Cañizares dice, utilizando palabras de Pablo VI, que el ateísmo es el "drama y el problema más grande de nuestro tiempo"

Actualizado: domingo, 4 noviembre 2007 22:19

TOLEDO, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Antonio Cañizares Llovera, aseguró hoy que los mártires "nos están diciendo, utilizando palabras de Pablo VI, que el ateísmo es el drama y el problema más grande de nuestro tiempo. Sin duda lo es, por eso desataron aquella violencia contra ellos, y contra la Iglesia, y por eso se comprenden los horrores de Hitler o la destrucción del hombre tan masiva en los países del marxismo real, ateos, más aún 'antidios', por definición".

En la homilía con motivo de la Santa Misa celebrada hoy en la Catedral Primada en acción de gracias por la beatificación, el pasado domingo, 28 de octubre, de 55 cinco mártires de la persecución religiosa en la diócesis de Toledo durante el siglo XX, Cañizares recalcó que "el silencio de Dios o el abandono de Dios es con mucho el acontecimiento fundamental de estos tiempos de indigencia. No hay otro que pueda comparársele en radicalidad y en lo vasto de sus consecuencias deshumanizadoras".

"Testigos singularísimos de Dios, como el resto de los santos, los mártires son los verdaderos reformadores de la humanidad. Para expresarlo con mayor radicalidad, sólo de los mártires, sólo de los santos, sólo de Dios proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo", apuntó.

El cardenal arzobispo de Toledo continuó diciendo que "en el siglo pasado vivimos revoluciones --en este siglo se pretenden tal vez grandes revoluciones culturales-- cuyo programa común fue --o es-- no esperar nada de Dios, sino totalmente en las propias manos la causa del mundo y para transformar sus condiciones".

"Y hemos visto que, de este modo, siempre se tomó un punto de vista humano y parcial como criterio absoluto de orientación. La absolutización de lo que no es absoluto, sino relativo, se llama totalitarismo. No libera al hombre, sino que lo priva de su dignidad y lo esclaviza. No son las ideologías las que salvan el mundo, sino sólo dirigir la mirada al Dios viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad", dijo.

Asimismo, Cañizares expreso que "la respuesta a la sociedad difícil que vivimos es la que nos señalan los mártires: la fe, que el mundo crea y no se separe de Dios, como Dios no se separa del hombre, irrevocablemente unido a Él por la creación y sobre todo por la Encarnación del Verbo Eterno, Hijo único de Dios".

El también vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) comentó que "en el martirio de los nuevos beatos brilla la omnipotencia infinita de Dios Amor, que ha sacado fuerza de lo débil para confundir a los fuertes, haciendo de la fragilidad su propio testimonio, el testimonio de su inabarcable grandeza y de las maravillas del poder de su amor misericordioso en quienes han sido asociados a la pasión y muerte redentora de su Hijo por el martirio".

Además, aseveró que "nuestros mártires nos ofrecen el testimonio de la verdad, de la verdadera sabiduría con que ha de conducirse el hombre para alcanzar la felicidad y la plenitud, la libertad y el amor. Cristo vino para dar testimonio de la verdad, y la selló con su sangre en su pasión y cruz. También los mártires mueren como testigos de la verdad, que nos hace libres y se realiza en el amor".

Además, indicó que "cuando es la negación de la verdad, cuando se ofusca la verdad, cuando todo se considera relativo y se impone el relativismo como el gran dogma de la modernidad y de la sociedad avanzada, se oscurece el futuro para el hombre, se siembran gérmenes que empañan la convivencia, se impide la democracia asentada en principios morales indisponibles y en derechos fundamentales, se impone un totalitarismo o dictadura que impide el ser verdaderamente libres. El relativismo, sin duda, es uno de los problemas más serios que tiene nuestra sociedad y la cultura dominante".