MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Ley Antitabaco ya da sus primeros resultados. En los tres primeros meses en vigor de la normativa, entre enero y marzo, los españoles compramos menos cigarrillos que antes. Concretamente, un 4,5 por ciento menos, según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabaco. A pesar de ese descenso, el Estado ha recaudado en ese primer trimestre del año 1.337 millones de euros por Impuestos al Tabaco, un 4,1 por ciento más que en el mismo periodo de 2005.
En esos tres meses, los españoles compramos 984 millones de cajetillas de tabaco, un 4,5 por ciento menos que entre enero y marzo de 2005. Las ventas de cigarrillos produjeron 2.088 millones de euros, un 8 por ciento menos. La diferencia entre ambas cifras refleja la guerra de precios que las tabaqueras iniciaron para hacer frente a la entrada en vigor de la Ley.
El Gobierno puso fin a esa guerra con subidas fiscales. La recaudación del Estado por la venta de tabaco, de hecho, creció en los tres primeros meses del año en un 4,1 por ciento, hasta 1.337 millones de euros. De esta forma quedó compensada la disminución de los ingresos del Estado por la venta de cajetillas.
Con respecto a marzo de 2005, este año el volumen de cigarrillos comercializados bajó en un 9,3 por ciento, hasta 402 millones de cajetillas y la facturación de las tabaqueras se colocó en 882 millones de euros, un 6,3 por ciento menos. Los ingresos del Estado en el pasado mes crecieron un 22,9 por ciento, hasta 451 millones de euros.
PREVISIONES DE ECONOMÍA
Este volumen de recaudación coincide con las previsiones que manejaba el Ministerio de Economía y Hacienda en la memoria del decreto ley del 20 de febrero en la que fijaba los nuevos impuestos.
Siguiendo estas predicciones, la subida de impuestos al tabaco que se aplicará desde el verano, la tercera, desencadenará una reducción anual de la demanda de tabaco del 5,64 por ciento.
Responsables del Ministerio de Sanidad y Consumo pronosticaron, antes de la aprobación de la Ley Antitabaco, un descenso en el consumo a lo largo del año, no sólo por los efectos de la nueva norma, sino también por las medidas fiscales que tenía previsto aplicar el Gobierno para avanzar en la lucha contra el tabaquismo. En el conjunto del año pasado, las ventas de cigarrillos cayeron un 0,6 por ciento, la primera caída registrada en los últimos cinco años, en los que había aumentado en porcentajes entre el 0,8 de 2002 y el 2,7 de 2001.
