EMF.- El arzobispo de Valencia confía en que el Encuentro Mundial de las Familias contribuya al futuro de la paz

Actualizado: viernes, 20 enero 2006 19:26

Denuncia "la doble moral de países productores de armas, entre los cuales nos encontramos", al vender "a países en vías de desarrollo"

VALENCIA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, expresó en su carta de esta semana su deseo de que el V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), que presidirá el Papa en Valencia el próximo mes de julio, pueda contribuir al futuro de la paz en el mundo, informaron fuentes del Arzobispado a través de Avan.

El EMF, aseveró el prelado, "está llamado a unirse al Santo Padre en su petición para que podamos legar un futuro más sereno y más seguro a las generaciones venideras". Así, en su carta, recordó que "la paz necesita personas que trabajen por ella, que sean auténticos agentes de paz mediante el esfuerzo y el compromiso".

García Gasco enumeró una serie de figuras a las que describió como "constructores de la paz". Así, se refirió, en primer lugar, a los soldados "que trabajan de un modo singularmente valioso" por el desarrollo del derecho internacional humanitario y a los que el prelado agradeció su labor.

También citó como constructores de la paz a "quienes realizan labores políticas y diplomáticas que permiten la reducción de los conflictos armados y de la violencia". Por el contrario, dijo, "cultivan la violencia quienes reabren viejas heridas, azuzan resentimientos y replantean agravios y pleitos de generaciones pasadas", precisó el arzobispo de Valencia.

En su carta, que titula 'Agentes de la paz', el arzobispo mencionó de forma especial a "los que denuncian a los gobiernos que se apoyan en armas nucleares para garantizar la paz de su país" y advirtió sobre "la necesidad de volver a proponerse acciones que hagan posible de modo progresivo y concordado un desarme no sólo nuclear, sino en todo aquello que amenaza el derecho a la paz".

Igualmente, García-Gasco invitó a denunciar "la doble moral de los países productores de armas, entre los cuales nos encontramos, al igual que otras potencias de la Unión Europea, que quieren aparecer como abanderados de la lucha contra la pobreza, al mismo tiempo que venden armas a países en vías de desarrollo".

En esta realidad, puntualizó, "se encuentra la razón más evidente de la debilidad de los países desarrollados a la hora de promover en el mundo una paz estable y verdadera", considera el prelado.

Por último, el arzobispo de Valencia recordó que "siguen siendo cuantiosos los recursos destinados a la investigación y a la producción armamentista, y sigue siendo un escándalo irreparable que esos recursos se hurten a la ayuda al desarrollo".

El arzobispo concluyó su carta indicando que la Iglesia "quiere prestar un servicio indispensable a cuantos se dedican a promover la paz" y exhortó a "descubrir la verdad de la paz desde los primeros momentos del desarrollo de un ser humano, porque impregnarán decisivamente su vida".