Monseñor Trujillo llama a los cristianos a "vivir el luto" desde "la esperanza y la plenitud de la fe"
VALENCIA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
"De la conmoción a la esperanza" éste es el "espíritu" con el que los valencianos deben afrontar el "dolor" por la "tragedia" del convoy del metro que el pasado lunes sufrió un accidente en el que murieron 42 personas, según manifestaron hoy el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ante los varios miles personas que se encontraban participando en el Congreso Teológico Pastoral que se celebra estos días en Valencia, con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias.
Camps y Barberá, acompañados del presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, y de otras autoridades, visitaron hoy en Feria Valencia el recinto donde tiene lugar la Feria de las Familias, así como el pabellón de Congresos, donde, además del Teológico Pastoral, se han celebrado otros dirigidos a los jóvenes y a los mayores.
A su llegada al Pabellón de Congresos, la comitiva fue recibida por el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, quien acompañó a Camps, Barberá y Giner hasta la mesa presidencial ante la sorpresa de los congresistas.
Francisco Camps recordó a los asistentes que estas jornadas comenzaron con "una de las noticias más duras y trágicas de la Comunitat Valenciana", como fue el "tremendo accidente" registrado el lunes pasado. Al respecto, manifestó que "todos llevamos en lo más profundo de nuestro corazón la conmoción, así como a todas las familias que han sufrido la pérdida de un ser querido".
Asimismo, resaltó el "gesto" del Papa Benedicto XVI de acudir a rezar en el lugar donde se produjo el accidente, y dijo que es "el gesto de todas las personas creyentes que saben que tenemos que rendir un sentido homenaje a los que allí han perdido su vida y a los que están sufriendo", así como "un homenaje al resto de España que ha vivido y compartido este dolor".
Por su parte, el cardenal monseñor Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la familia manifestó en su intervención ante el auditorio la "entrañable solidaridad de todos" por "este momento de luto" que "como cristianos queremos vivirlo en la esperanza y el esplendor de la fe y la seguridad de que no todo se ha acabado en esta vida; que esta existencia no es una parábola que va de la nada a la nada, sino de la nada a la plenitud del ser".
"Esta certidumbre y fe de los cristianos del pueblo de Valencia y de esta dinámica archidiócesis es asimismo el sentimiento que el Santo Padre ha comunicado", señaló. Al mismo tiempo, apuntó que este sentimiento será "muy visible" mañana cuando Benedicto XVI "tome parte en el dolor" al visitar el lugar de la "tragedia" como primer acto de su visita para presidir estas "históricas celebraciones". En este sentido, dijo que el Papa "se acerca al dolor con respeto y lo ilumina en la esperanza".
"ACOGIDA"
Respecto a las jornadas en las que se han celebrado los congresos que hoy se clausuran, indicó que "una buena parte de la curia romana está aquí presente", al tiempo que destacó que "hemos sentido la acogida de un pueblo cristiano y de unas autoridades que se enorgullecen de serlo; una presencia cristiana en el mundo de la política que puede ser un ejemplo para todos", apostilló.
Por su parte, la alcaldesa Rita Barberá, dio la bienvenida a los congresistas durante su intervención y les dijo que Valencia es "su casa" y "el hogar de todas las familias". Señaló que "así lo hemos entendido y para ello nos hemos preparado".
Barberá también se refirió al trágico accidente del pasado lunes. Al respecto, comentó que el espíritu de los valencianos hoy debe centrarse en pasar "de la conmoción a la esperanza", al tiempo que mostró su agradecimiento "a las familias del mundo" por el hecho de "estar con nosotros cuando sufren las familias valencianas". Asimismo, afirmó que la visita del Papa "marcará un antes y un después para la familia valenciana, que saldrá fortalecida con este encuentro".
