Miró i Ardèvol critica que el Estado ha tomado una "deriva totalitaria"
BARCELONA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 700 familias catalanas pidieron la objeción de conciencia de la asignatura Educación para la Ciudadanía (EpC), según explicó hoy el presidente de Profesionales para la Ética de Cataluña, Ramón Novella.
En declaraciones a Europa Press, Novella concretó que en España se está a punto de alcanzar los 50.000 objetores. La situación legal de la objeción es diversa en cada comunidad autónoma --algunas la reconocen y otras no--. En Cataluña, la Consejería de Educación "rechaza" la objeción y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) no ha emitido ninguna sentencia al respecto.
Por ello, Novella recordó que su plataforma está "a la espera" de la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que, en dos o tres meses, "marcará el devenir de la asignatura".
Novella presentó hoy la primera 'Jornada de Objetores de conciencia a Educación para la Ciudadanía' en Cataluña --a la que se inscribieron 100 adultos y 50 niños-- con el fin de promover entre las familias la objeción de conciencia. "Al final la objeción será algo habitual, como con la 'mili'", dijo Novella.
"La situación de Valencia es el mejor ejemplo del descalabro que produce esta asignatura", apuntó. Para Novella, EpC "pretende la educación de la conciencia moral de los niños, por lo que el Estado se otorga ese poder".
En las jornadas, varios profesionales del sector de la abogacía, la religión y de instituciones nacionales y europeas asesorarán a las familias que deseen inscribirse a esta opción. No obstante, Novella consideró que la más "efectiva" es la vía legal.
EpC es una materia obligatoria y evaluable que, actualmente, se imparte en quinto curso de Primaria --que empezará el próximo curso--, en tercero de Secundaria --es el segundo curso que se hace--, en cuarto de Secundaria y en primero de Bachillerato --que empezó este curso--.
UNA "DERIVA TOTALITARIA"
El presidente de E-cristians, Josep Miró i Ardèvol, presente en la jornada, consideró que el Gobierno ha tomado una "deriva totalitaria" en la misión educativa, ya que quiere impartir aspectos morales más allá de los constitucionales, según afirmó.
"El Estado quiere educar moralmente y religiosamente a los niños, o deseducarlos", criticó, y añadió que "eso es un derecho de los padres".
Ardèvol calificó de "bodrio de proporciones notabilísimas" el manual de EpC de la editorial Octaedro. "Propone cosas tan absurdas como pontificar que el cine americano es malo y el europeo es bueno", ejemplificó.
