MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Nada menos que quince de los 90 muertos en casos de violencia de género que se registraron en 2005 tuvieron como protagonistas a menores de edad. Éste es el preocupante dato que recoge el informe anual del Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre Muertes Violentas en el ámbito de la Violencia Doméstica, que también revela que el 80 por ciento de los casos mortales no vinieron precedidos de alguna denuncia por malos tratos.
Son 86 los casos de violencia doméstica registrados y 90 las muertes. De ellas, 15 eran de menores de edad, siete niñas y ocho niños. Los menores fallecidos tenían una edad de entre 5 y 10 años en el 40,1 por ciento de los casos y el 13,3 por ciento eran recién nacidos. En tres de los casos fueron dos los menores que perdieron la vida y en otro fue la madre la que sufrió una muerte violenta. En el 8 por ciento de los casos, el agresor era uno de los dos progenitores del menor.
De las 90 víctimas mortales, 67 eran mujeres, un 74,7 por ciento del total. Este dato supone una leve reducción con respecto al año 2004, cuando se produjeron 100 víctimas mortales, de las que 84 fueron mujeres. En los 86 casos de 2005, el agresor fue un hombre. Otro dato destacado que figura en el informe es que en el 90,2 por ciento de los casos no constaba una denuncia previa por malos tratos. Sólo en 17 de los casos, el 19,8 por ciento, sí había procedimientos incoados por este motivo.
Las comunidades autónomas en las que se produjeron más muertes violentas en el entorno doméstico fueron las Islas Baleares, Canarias y Aragón. Las provincias con más casos, ocho en cada una, fueron Madrid, Barcelona y Alicante. En el 65,1 por ciento de los casos, tanto víctimas como agresor eran de nacionalidad española. El agresor era extranjero en el 30,2 por ciento de los casos y la víctimas en el 25,6 por ciento.
PERFIL DE LA VÍCTIMA
El informe detalla el perfil de la víctima, que no ha cambiado mucho en los últimos tiempos: mujer, mayor de edad, española, que había mantenido una relación con su agresor antes o en el momento de la agresión, ya fuera por medio de un vínculo matrimonial, una relación de hecho asimilable o una relación afectiva.
En 2005 descendió el número de mujeres fallecidas de forma violenta que habían mantenido o todavía mantenían un vínculo matrimonial o situación asimilable con su agresor. Eran 69 en 2004, 65 en 2003 y tan sólo 52 en 2005. La relación paterno-filial se dio en el 31,4 por ciento de los casos. El Consejo examinó 104 casos de muertes violentas producidos durante 2005, pero 18 no se incluyeron en el informe final al no merecer la calificación de violencia doméstica ni de género durante la instrucción judicial.
