MÁLAGA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ex mujer de Tony Alexander King, Cecilia Matilde King, declaró hoy en el juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Málaga, que tuvo una semana después de la desaparición de la joven de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof "la intuición de que él asesinó a Rocío" por la actitud de su pareja la noche del crimen. "Fue como una premonición que no se puede explicar", apuntó. Entrando más en detalles, explicó que su ex marido, al llegar a casa se duchó, limpió el baño de manera excepcional y no volvió a ver la ropa que llevaba puesta.
Cecilia Matilde King sospechó de su marido cuando conoció la desaparición de Rocío por una foto en la calle, una sospecha que ratificó con la llamada de una amiga del Reino Unido que le comentó que había visto la fotografía de su marido en un programa en el que buscaban a personas huidas de la justicia.
Y es que, dice que la noche del crimen se comportó de manera muy rara: se duchó, se cambió de ropa y limpió el baño como nunca la había hecho, de forma excepcional". "Esa ropa no la volví a ver", explicó. Así que decidió llamar a Scotland Yard, donde le recomendaron que se pusiera en contacto con la Policía española. Esto le desanimó y decidió contárselo a su hermana quien la calificó de "loca" ya que no tenían pruebas.
Ante preguntas de la defensa en torno a Robert Graham, comentó que la relación que Tony King mantenía con Graham "era una relación extraña, en la que Robert tenía mayor influencia sobre Tony", extremo ratificado esta tarde también por la hermana de la ex mujer, que declaró como testigo. Asimismo, añadió que "eran muy buenos amigos y salían muchas veces juntos".
Asimismo, la intérprete que asistió a King en su confesión ante la Guardia Civil dijo que "en ningún momento" estuvo presionado, en contra de lo declarado por el acusado; y precisó que el británico le dijo que "no tenía miedo". Así, dijo que confesó de forma "pausada y tranquila que mató a Rocío Wanninkhof" y que durante el recorrido que King hizo con los agentes fue él quien les mostró los lugares relacionados con el crimen y con otros delitos.
Por otro lado, el coordinador de la investigación realizada sobre el acusado, aseguró que Graham, que fue detenido en relación al caso Wanninkhof en 2003, confesó a la Guardia Civil que sabía de la implicación de su amigo Tony Alexander King en la muerte de Rocío y aseguró a los agentes que no lo denunció por "miedo real" a que le sucediera algo.
El capitán de la Guardia Civil relató que Graham, cuya acusación fue sobreseída, declaró que la noche del crimen King fue a su casa y le habló acerca de una chica, de que "había sido muy duro" con ella y de que la había dejado "inconsciente o muerta". El británico contó a los agentes que no recordaba si había acompañado o no a King al lugar, pero que si lo hizo fue "amenazado" porque el acusado tenía un cuchillo, según apuntó el testigo.
Estos datos fueron confirmados posteriormente con una regresión hipnótica, solicitada por Graham. A preguntas de la acusación particular, el agente señaló que en la hipnosis Graham dijo que una tal "Dolly" había estado en un coche con él y con su amigo y que ésta "no paraba de apuñalarla".
A este respecto, aseveró que "miramos el entorno de las relaciones de King y Graham y lo más parecido era Loli Vázquez y se investigó una posible relación entre los tres que se descartó", aseguró el capital del Instituto Armado. Al no encontrarse conexión y ante la posibilidad cierta que hay de mentir en la regresión, el dato se tomó como tal.
IMPULSO SEXUAL
Tanto el capitán como el secretario de las diligencias de detención de King, que también testificó hoy, coincidieron en que, en su primera declaración, éste habló de que actuó sólo en este crimen, movido por un impulso "sexual" y apuntaron que existe "un componente sexual" en todos sus antecedentes penales en el Reino Unido.
Insistieron en que la confesión del británico se produjo "sin presiones" por parte de los agentes, siendo "un relato libre" y sin necesidad de realizar preguntas más que para matizaciones. Además, añadieron que se comprobó con la declaración de la ex mujer del acusado que las bolsas de basuras encontradas en el lugar del cadáver eran "habituales" donde vivían.
En este sentido, el abogado de la defensa preguntó a los agentes por aspectos de esta confesión que no coinciden con los datos objetivos del sumario, como el número de puñaladas o que quemara el cuerpo. Así, los agentes indicaron que el acusado fue "impreciso" sobre cuántas puñaladas asestó, diciendo "dos o más" porque no se acordaba; y que se encontraron en el lugar donde apareció el cadáver hojas que podrían haber sido quemadas.
