Fallece Paul Marcinkus, 'el banquero de Dios', implicado en el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano

Actualizado: martes, 21 febrero 2006 23:17


ROMA, 21 Feb. (EUROPA PRESS/C. Giles) -

El arzobispo norteamericano monseñor Paul Marcinkus, conocido como el 'banquero de Dios' por el periodo en que ejerció de director del Banco Vaticano IOR (Instituto para las Obras de Religión) e implicado en el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano, murió anoche en Arizona, según publicaron hoy los medios de comunicación de Ciudad del Vaticano.

Monseñor Marcinkus, que actualmente residía en Phoenix (Arizona) nació en Cicero (Chicago) el 15 de enero de 1922, se convirtió en sacerdote en 1947 y fue nombrado arzobispo en 1981. Desde 1972 hasta 1989 fue director de las finanzas vaticanas desde el Instituto para las Obras de Religión (IOR), una de las principales fuentes de financiación de la Santa Sede, y bajo el Pontificado de Juan Pablo II fue presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la ciudad del Vaticano.

El nombre de Marcinkus está directamente relacionado con el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano en 1982, ya que uno de los principales accionistas de esta entidad era el Banco de la Santa Sede con cerca del 20 por ciento del capital.

El Banco de Italia denunció en 1981 la existencia de un agujero de 1.400 millones de dólares en la tesorería de las filiales extranjeras del banco Ambrosiano, tras lo cual comenzaron las investigaciones. El entonces director del Banco Ambrosiano, Roberto Calvi, afirmó en sus declaraciones que había sido ayudado por monseñor Marcinkus para realizar algunas transferencias irregulares.

El Vaticano negó siempre su implicación en estas operaciones y declinó cualquier responsabilidad en las cuentas y gestión del Banco Ambrosiano, pero finalmente aceptó pagar 241 millones de dólares a 88 bancos acreedores de la entidad al considerar que tenía una responsabilidad 'moral'. Marcinkus fue entonces apartado de la dirección del IOR en 1989, después de haber sido exonerado judicialmente, y se retiró a Estados Unidos.

El escándalo aumentó cuando Calvi apareció colgado el 18 de junio de 1982 en un puente de Londres, adonde había huido tras se declarado culpable. Hasta 2003, se consideró un suicidio, pero posteriormente la Fiscalía aporto nuevas pruebas forenses y el caso se reabrió el caso con la acusación de homicidio.

La Fiscalía considera que Calvi fue asesinado tras haberse quedado con dinero que la Mafia le dio para blanquear, así como para evitar que pudiera chantajear a políticos y religiosos presuntamente involucrados en las irregularidades.