MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La asociación ecologista Greenpeace simuló hoy la presencia de 50 cadáveres en la Plaza Mayor de Madrid para recordar a las víctimas de la catástrofe de la central nuclear Chernobil y criticar los intentos de la industria nuclear para "falsificar", en su opinión, los datos sobre los verdaderos impactos del accidente sufrido hace 20 años.
Los activistas de la ONG permanecieron en unos sacos a la sombra de una corona conmemorativa y de una pancarta con el lema 'Detrás de cada nuclear hay un Chernobil', mientras otros sostenían unas fotos con los rostros del sufrimiento causado por este accidente.
Greenpeace aprovechó el acto para pedir el cierre de todas las centrales nucleares españolas y denunciar "lo absurdo de apostar por un futuro energético basado en la energía nuclear cuando, el 26 de abril de 1986, quedó trágicamente demostrado su peligro para la salud y el Medio Ambiente".
"El 26 de abril de 1986, el término 'seguridad nuclear' desapareció tras la columna de humo negro que salía del cuarto reactor de la central de Chernobil. Hoy, 20 años después, el mundo sigue padeciendo las consecuencias de la radiactividad desprendida en aquella catástrofe", declaró Carlos Bravo, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace.
Asimismo, los ecologistas recordaron que actualmente se encuentran parados tres reactores nucleares de los nueve españoles: Ascó I, Vandellós II y Cofrentes, lo que demuestra, en su opinión, que a pesar de que juntas sumen un 40% de la potencia nuclear en España, es posible la desconexión prolongada de unas centrales nucleares de la red eléctrica sin problemas de cobertura de la demanda eléctrica.
Por ello, consideran que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, debe cumplir con su compromiso electoral del cierre progresivo de las centrales nucleares españolas. "Sólo con las energías renovables y la eficiencia lograremos alcanzar un modelo energético más limpio, más seguro y menos costoso", concluyó Carlos Bravo.
