Los incendios en Galicia se saldan con cinco detenidos y más de 5.000 hectáreas arrasadas por el fuego

Actualizado: miércoles, 9 agosto 2006 1:31


SANTIAGO DE COMPOSTELA/MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

El refuerzo en la investigación de los incendios que asolan Galicia desde el pasado viernes empieza a dar resultados. Un total de cinco sospechosos de provocar fuegos ya han sido detenidos por la Guardia Civil en distintas localidades, de los que uno ha ingresado en prisión. Esta tarde, los servicios de extinción luchaban por sofocar medio centenar de siniestros, mientras se daban por controlados otros 34. La ministra de Medio Ambiente cifraba en 5.000 las hectáreas que han ardido en esta comunidad desde el pasado viernes. Cristina Narbona ha pedido colaboración ciudadana para evitar la impunidad de los pirómanos y sospecha como causantes de ex brigadistas forestales "despechados" por no haber sido contratados este año.

A las tres detenciones realizadas a última hora del lunes en las localidades pontevedresas de A Baña, Pazos de Borbén y Cerdedo, ayer se han sumado otras dos. Según informó el subsecretario del Ministerio del Interior, Justo Zambrana, que coordinada la acción de los medios del Estado contra los incendios en la subdelegación del Gobierno de Pontevedra, la Guardia Civil detuvo en Santiago a una persona por su presunta vinculación con alguno de los incendios que asolan la comarca compostelana. Además, agentes del instituto armado en Lugo detuvieron a T.F.R., de 49 años, por su presunta relación con un incendio ocurrido el pasado día 6 en la localidad de Outeiro de Rei. El juez de guardia de Santiago decretó el ingreso en prisión de uno de los detenidos el lunes. Se trata de J.A.R., de 60 años, vinculado a los siniestros del fin de semana en la comarca compostelana.

Por otra parte, el Gobierno central va a ordenar el despliegue de 190 patrullas del Ejército antes del jueves para vigilar los montes gallegos. Cada patrulla estará formada por cuatro militares. Además, de forma inmediata se contará con nueve brigadas del Ministerio de Medio Ambiente, especializadas en la lucha contra el fuego, explicó Zambrana en rueda de prensa. Por su parte, la Guardia Civil mantiene 109 efectivos en la investigación de los incendios.

Por su parte, los servicios de extinción trabajaban ayer por la tarde en intentar sofocar los 50 incendios activos en Galicia, mientras ya habían logrado controlar 34. En total, la Comunidad gallega registraba 84 fuegos, 35 de ellos concentrados en Pontevedra, de los cuales 27 están en activo y el resto ya habían sido controlados por los efectivos. En A Coruña, se contaban 30 fuegos, 19 de ellos sin controlar. Los últimos datos ofrecidos por la Consellería de Medio Rural situaban el nivel 2 de alerta (que supone la presencia del Ejército ante una posible evacuación inmediata) en Cotobade y Soutomaior (Pontevedra) y cinco de alarma 1, que implica que las llamas amenazan vidas y viviendas, en Arbo en Pontevedra; Maside, en Ourense; y los de Porto do Son, Rianxo y Rois, en la provincia de A Coruña. Los alcaldes de O Salnés (Pontevedra) estudian pedir la declaración de zona catastrófica para los municipios más afectados.

CINCO MIL HECTÁREAS ARRASADAS DESDE EL VIERNES

En cinco días consecutivos de incendios forestales en Galicia, avivados por el tiempo seco, altas temperaturas y viento fuerte del nordeste, han sido destruidas 5.000 hectáreas de monte, mientras del 1 de enero hasta el 31 de julio, la superficie afectaba por las llamas fue de 13.734 hectáreas. El año pasado, se consumieron en esta comunidad 67.280 hectáreas, y en 1989 llegaron al record de 198.998.

Son datos facilitados por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, quien en rueda de prensa pidió colaboración ciudadana frente al "terrorismo medioambiental" y para evitar la impunidad de los pirómanos. Narbona explicó que un 35 por ciento de los medios de su departamento están ya en Galicia y que es difícil aumentar ese porcentaje porque el riesgo en el resto del país sigue siendo extremo. En cualquier caso, durante el martes las comunidades de Navarra, Asturias, Valencia, La Rioja, Extremadura y Andalucía anunciaron a lo largo del martes el envío de refuerzos a Galicia, sumándose a las de Madrid, Castilla y León y Castilla La Mancha. Desde Bruselas, la Comisión Europea dijo estar preparada para una posible petición de ayuda desde España y Portugal para contribuir a acabar con la oleada de fuegos en ambos países. Anticipándose, Italia ha decidido enviar a España dos hidroaviones para colaborar.

Sobre la autoría de los incendios, la ministra dijo que en algunos casos puede ser obra de brigadistas forestales "despechados" por no haber sido contratados en los retenes de este año.

En la vertiente política, el presidente del PP, Mariano Rajoy, visitó el frente de fuego, concretamente en la localidad pontevedresa de Meis, acompañado del líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, que incluso echo mano de una manguera para ayudar en la extinción. En declaraciones a los periodistas, Rajoy anunció que su partido pedirá "responsabilidades políticas" tras la prioridad de apagar los incendios. "Muchas de las cosas que se han hecho han demostrado que hay quién no sabe gobernar, y la obligación básica de un gobernante es ser eficaz y saber gobernar cuando hay problemas", añadió.

En Madrid, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, fue más lejos y acusó al Gobierno de estar "desaparecido" ante los incendios, y aseguró que el panorama no sería éste si el año pasado, tras lo ocurrido en Guadalajara, se hubieran aceptado y puesto en marcha las medidas que propuso el PP. Además, los populares exigen que el Gobierno apruebe de forma urgente un decreto con la evaluación de daños de los incendios en Galicia y las compensaciones económicas necesarias. "Aquella tierra no puede esperar a que los señores ministros terminen las vacaciones", apuntó.

Desde el PSOE, el portavoz parlamentario, Diego López Garrido, rebatió a Zaplana y dijo, recordando a lo sucedido con el 'Prestige' que "el Gobierno y sus ministros no están de cacería cuando se producen acontecimientos que dañan a los intereses de la población, en este caso la gallega".