MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 5.000 vecinos de la Cañada Real Galiana, según los organizadores, se manifestaron hoy frente a la Junta Municipal de Villa de Vallecas en contra de los derribos de viviendas y para solicitar la creación de una mesa de trabajo que dé solución a los problemas residenciales de las familias desalojadas.
"Lo que pedimos a la Administración es la creación de una mesa de trabajo donde estemos representadas todas las partes implicadas para buscar la mejor solución posible para cada una de las situaciones" declaró hoy uno de los portavoces de la Coordinadora de Asociaciones de la Cañada Real Galiana, Ángel García.
"No podemos negar que existen núcleos conflictivos, y de hecho pedimos su erradicación, pero la Cañada es mayoritariamente la suma de vecinos que han encontrado en estos suelos una solución residencial", añadió.
La marcha, que comenzó en la plaza de Juan Malasaña, recorrió el paseo de Federico García Lorca hasta llegar a la puerta de la Junta de Villa de Vallecas para terminar con una sentada silenciosa de los asistentes, que querían demostrar su "pacifismo".
Durante la manifestación se pudieron oír gritos de 'No somos animales, somos personas', 'La cañada unidad, jamás será vencida', 'Así se ve la educación de la Cañada' y carteles con mensajes como 'Marginan y derriban', 'En el sur explotados, en el norte expulsados' o 'Derecho a techo a justo precio'.
La Coordinadora quiso denunciar también la "dejadez" de las diferentes Administraciones durante estos años, que ha provocado el crecimiento desbordado de las construcciones y la llegada de grupos conflictivos.
García insistió en que cualquier tipo de actuación de desalojo o derribo debe realizarse desde "la mayor sensibilidad social posible". En este sentido, informó además de que el chico marroquí que perdió un ojo durante el desalojo va a tomar medidas legales y que la asociación sociocultural marroquí IBN Batuta será la encargada de costear el abogado.
"NOSOTROS NO QUEREMOS GUERRA CON NADIE"
Alí, uno de los vecinos marroquíes de la Cañada Real herido durante el desalojo, explicó hoy que lleva dos años construyéndose una casa en la Cañada sin que ninguna autoridad se lo impida. "A nosotros cuando llegamos allí nadie nos dijo que no pudiéramos construir, si no no lo hubiéramos hecho. Llevo dos años levantando una casa que me ha costado más de 120.000 euros", afirmó.
Alí también denunció la brutalidad de la policía durante el desalojo y la ausencia de diálogo con las familias desalojadas a las que no se les notificó, según dijo, ninguna orden de derribo. "Nosotros no estamos en contra de la autoridad, el problema son las formas con las que han venido. Yo intenté hablar aquel día con el jefe de la policía y alguien me dio un porrazo por detrás", declaró.
"Nunca esperé que en este país me fuera a pasar esto", explicó Zacarías hoy en la concentración. Su casa fue derribada el día del desalojo y tuvo que refugiarse en la de sus padres que viven al lado. "Me levanté por la mañana para ir a apuntarme al paro y me encontré con un montón de policía derribando las casas que estaban vacías", contó.
Las asociaciones de marroquíes de la Cañada Real denunciaron en un manifiesto "la falta de legalidad en el derribo, el uso de la fuerza por parte de la policía y la vulneración de los derechos fundamentales de las familias que se han quedado sin techo". Además consideran esta situación "una vergüenza para una sociedad moderna y democrática".
La Coordinadora de asociaciones de la Cañada Real está estudiando la posibilidad de manifestarse próximamente frente al Ayuntamiento de Madrid con el objetivo de solicitar una mesa de trabajo en la que estén presentes todas las partes implicadas, rechazando cualquier medida de fuerza, desalojo o derribo, "sin que antes se haya realizado un Estudio de Detalle en el que se trate la solución integral a toda la problemática conjunta de la Cañada".
