MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Nemesio Rodríguez, explica el sector de medios y sus profesionales se ha visto "muy afectado" por la pandemia de la Covid-19, "al igual que otros sectores del país, con el sanitario a la cabeza".
"Paradójicamente, la pandemia ha servido para que la confianza de los usuarios regresara a los medios de calidad, haciendo crecer notablemente las audiencias, pero el freno en seco de la inversión publicitaria echó por tierra la cuenta de resultados, en un momento de plena transformación del modelo gratuito al de pago", detalla Rodríguez en una entrevista concedida a Europa Press.
En el plano laboral la crisis sanitaria también está teniendo consecuencias en el sector. "De los ERTES se está pasando a los ERES o a los despidos directamente. Y esto es solo el anticipo de lo que vendrá si la evolución de la pandemia empeora", advierte.
Respecto al ámbito profesional, el presidente de la FAPE señala que los periodistas han trabajado "en unas condiciones bastante complicadas y, para aquellos que tenían que salir a la calle a hacer información (las televisiones, por ejemplo), en situaciones de riesgo para su salud".
En este sentido, Nemesio Rodríguez pone de manifiesto que "la generalización del teletrabajo impidió en muchos casos que los periodistas acudieran al lugar de los hechos para comprobar las informaciones", una circunstancia que "obligó a depender de las fuentes y declaraciones oficiales, no siempre desinteresadas o sujetas a la veracidad".
A juicio de Nemesio Rodríguez, los gobiernos, tanto nacional como los autonómicos, "cerraron filas y se dedicaron a ofrecer una versión interesada de los hechos".
De esta forma, el presidente de la FAPE recuerda que "las ruedas de prensa se celebraron en las primeras semanas del confinamiento bajo el férreo control de los responsables de comunicación oficiales, que recibían y seleccionaban las preguntas". "Las administraciones limitaron con todo tipo de trabas la toma de imágenes, que han sido las grandes ausentes de esta pandemia", subraya.
En este contexto, avisa de que las crisis de cualquier índole "no pueden servir de excusa para restringir la información, sobre todo porque en estas situaciones los ciudadanos necesitan transparencia, verdad y claridad para entender lo que realmente está ocurriendo y qué soluciones proponen los gobernantes".
"Pese a las trabas, la cobertura de los medios y el trabajo de los profesionales fueron más que dignos, salvo en algunos casos en los que primó más la politización de la crisis que los hechos, en una confirmación de la nefasta influencia que está ejerciendo en el periodismo la polarización política que domina en nuestro país".
Según el presidente de la FAPE, los periodistas "buscaron historias originales, humanas, buscaron opiniones de médicos, científicos y expertos para tratar de ofrecer a los ciudadanos la información que les permitiera tener una idea cabal de la gravedad de la pandemia".
En su opinión, la proliferación de noticias falsas fue otro de los problemas que "se solventó en general con eficacia", sobre todo con la ayuda de los verificadores de noticias.
"Las redes sociales volvieron a ser el principal foco de difusión de la desinformación, lo que favoreció en cierta manera que creciera el recurso de los ciudadanos a buscar información veraz en los medios tradicionales. El crecimiento de las audiencias demostró que la información verificada y contrastada con fuentes fiables está en condiciones de ganar la partida a la desinformación", ha concluido.
