GAVÀ (BARCELONA), 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Ocho personas continúan ingresadas en los hospitales de Bellvitge y de la Vall d'Hebron de Barcelona un mes después de la explosión de gas del 3 de diciembre en un edificio del barrio de Ca n'Espinós de Gavà (Barcelona) y que mató a seis personas e hirió de gravedad a una veintena. En la zona del siniestro ya se ha restablecido el suministro de gas y el Ayuntamiento trabaja en proyectos para la mejora del barrio.
Según informaron fuentes del Hospital de Bellvitge, en este centro sanitario permanece una persona ingresada a causa de la explosión en estado muy grave. El Hospital de la Vall d'Hebron informó que mantiene ingresadas a siete personas, cinco adultos y dos niños, en estado grave.
En los últimos días se ha dado el alta a varios heridos que, sin embargo, deberán estar sometidos a un estricto control médico puesto que su sistema inmunológico ha quedado muy afectado.
En cuanto a la zona del siniestro, los vecinos han recuperado una cierta normalidad. En los edificios del entorno se recuperó el suministro de gas a finales de diciembre, por lo que todos los vecinos pudieron volver a hacer vida normal en sus casas. Esto permitió al consistorio desmantelar el dispositivo especial de atención a los vecinos.
Por su parte, las once familias que se quedaron sin vivienda a causa de la explosión ya han sido realojadas en pisos de Gavà y han recibido las ayudas económicas que atorga la Generalitat de Catalunya.
"Ahora seguimos buscando soluciones de futuro y trabajando para determinar dónde se ubicarán sus viviendas definitivas", explicó a Europa Press el alcalde de Gavà, Joaquim Balsera. El Ayuntamiento ya dispone del proyecto para el derribo del edificio siniestrado elaborado por Adigsa, "pero no se podrá derribar hasta que lo decrete el juez, ya que ha abierto diligencias penales por la explosión", según Balsera.
Paralelamente, el Ayuntamiento también impulsará un plan para la mejora urbanística del barrio de Ca n'Espinós, tradicionalmente aislado del resto de la ciudad y con problemáticas sociales.
"Creemos que el barrio debe tener vida propia. Para ello, tenemos que modificar el planeamiento urbanístico para poder situar más vivienda, en el barrio, de forma que lo podamos aproximar más amablemente a la ciudad", comentó el alcalde.
