El Papa a los obispos italianos: "No sirven sacerdotes clericales cuyo comportamiento aleje a la gente de Dios"

Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 7:41

ROMA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha advertido a los obispos italianos que "no sirven sacerdotes clericales cuyo comportamiento pueda alejar a la gente de Dios" ni tampoco "sacerdotes funcionarios, que mientras desempeñan su papel, buscan alejados de Dios su propia consolación".

Así lo ha recalcado el Pontífice a través de una carta enviada a los participantes de la Asamblea General Extraordinaria de la Conferencia Episcopal italiana, que se desarrolla en Asís del 10 al 13 de noviembre en torno al tema de la vida y la formación permanente de los presbíteros.

"Los sacerdotes santos son pecadores perdonados e instrumentos de perdón", ha subrayado el Pontífice. Además, ha detallado que estos "sacerdotes santos" no permanecen como "turistas del espíritu, eternamente insatisfechos", sino que saben que confían en la Providencia y en las promesas de Dios. Igualmente, ha señalado que entre sus virtudes está "el lenguaje de la paciencia y la perseverancia".

En este sentido, Francisco ha animado a los obispos de Italia a tener fija la mirada sobre lo que es "realmente esencial" para "renovar el propio sí al don recibido, en las diversas estaciones de la vida". "Solo quien se deja conformar por el Buen Pastor, encuentra unidad, paz y fuerza en la obediencia del servicio", ha expresado.

El Papa ha llamado de nuevo a la "fraternidad" para alertar de la "falsa conciencia" que se cree el "epicentro de todo". "Solo el que respira en horizonte de la fraternidad presbiterial sale de la falsa conciencia que se cree el epicentro de todo y la única medida de su sentir y de sus acciones", ha argumentado.

Finalmente, ha recordado a los obispos la responsabilidad de "confirmar, ayudar y consolidar a los primeros colaboradores" a través de los que "la maternidad de la Iglesia llega al pueblo de Dios". En su misiva, el Pontífice cita al escritor ruso León Tolstoi para apelar a la caridad al afirmar que "separarse para no mancharse las manos con los otros es la porquería más grande".

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