BARCELONA, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
Unas 50.000 personas celebraron la entrada del nuevo año en los alrededores de la plaza de Catalunya y la zona de las Ramblas de Barcelona, una afluencia "que no se había visto nunca antes", según el concejal de Mantenimiento y Servicios del Ayuntamiento, Francesc Narváez, y que, en cambio, no produjo "ningún incidente" destacable en términos de seguridad o incivismo.
El concejal de Seguridad y Movilidad, Jordi Hereu, destacó la "normalidad" con la que se vivió la Nochevieja este año en la capital catalana, pese a los "centenares de fiestas" organizadas en toda la ciudad y la alta afluencia en la zona del centro, "un alto porcentaje de las cuales provenían de fuera" de Barcelona.
Durante toda la noche se detuvo a 27 personas en toda la ciudad, pero ninguna de ellas por desorden público, sino por "las casuísticas habituales en una noche normal de Barcelona, tales como violencia doméstica, hurtos y robos", explicó Hereu.
Así, las decenas de detenidos del año pasado relacionados con disturbios en el centro de Barcelona desaparecieron este año en que no hubo ningún detenido por esta causa, según el Ayuntamiento.
DISPOSITIVO "CONSOLIDADO".
Por todo ello, Hereu consideró que el perímetro vallado de seguridad que desde hace tres años se instala alrededor de la plaza Catalunya para evitar que los ciudadanos entren en ella con botellas de vidrio, que son intercambiadas por envases de plástico, es ya "un mecanismo consolidado que funciona bien".
El concejal aseguró que la "valoración" de este dispositivo "es más positiva que hace tres años, cuando la noticia del fin de año era el alboroto que creaba el consumo de alcohol y la cantidad de desperdicios de vidrio que quedaban en el suelo".
Por primera vez, esta Nochevieja se han recogido el doble de desperdicios de vidrio en los contendores de limpieza dispuestos para ello que en el suelo, a donde iban a parar antes la mayor parte de botellas. Entre la 1 y las 7 horas de la madrugada de Fin de Año, los servicios de limpieza han recogido 6,7 toneladas de vidrio en los contendores pertinentes y 3,4 toneladas del suelo.
En los siete puntos de acceso al interior de la plaza instaladas a lo largo del perímetro vallado --que este año se amplió para encerrar toda la plaza Catalunya hasta las aceras colindantes, es decir, incluyendo las calzadas--, se repartieron más de 5.500 envases de plástico a los que querían entrar a la plaza, mientras que el año pasado fueron 3.500.
El concejal Hereu se congratuló de que "Barcelona haya podido disfrutar de una buena entrada de año, celebrando esta fiesta en paz y con buena convivencia" en las calles de la ciudad. Además del civismo ciudadano, Hereu destacó el "buen funcionamiento" de la "coordinación entre todos los servicios de seguridad, limpieza y mantenimiento" que "ayudaron al desarrollo normal" de la celebración.
80 INTOXICACIONES ETÍLICAS.
Durante toda la madrugada, los centros sanitarios de Barcelona recibieron 795 llamadas de emergencia, un 22% menos que el año pasado, en que se registraron 1.175 llamadas. Además, los servicios sanitarios atendieron 80 casos de intoxiación etílica, sobre un total de 197 en el conjunto de Catalunya.
Fuentes de la conselleria de Salud de la Generalitat subrayaron a Europa Press que estos datos, junto a la siniestralidad por tráfico urbano, son más bajos que en otros años y que la actividad de los servicios sanitarios fue similar a la registrada habitualmente durante algunos fines de semana.
270.000 PERSONAS USARON EL METRO.
Un centenar de efectivos de la Guardia Urbana y otros cien de los Mossos d'Esquadra se encargaron de garantizar la seguridad en la plaza Catalunya y en sus alrededores durante esta Nochevieja, en la que todos los servicios de transporte público funcionaron sin interrupciones.
Unas 270.000 personas utilizaron el metro para moverse por Barcelona en la noche de Fin de Año, entre las 22 horas del día 31 y las 8 horas de la mañana del día 1 de enero. Hereu se congratuló de que tantos ciudadanos "hicieran caso de la apelación al uso del transporte público" en esta noche "de tanta movilidad".
Se registraron 11 accidentes de tráfico en la ciudad, todos ellos con heridos leves, y se practicaron más de 150 controles del alcoholemia, de los cuales el 6% dio resultado positivo, una cifra "afortunadamente muy baja", según Hereu.
La zona vallada alrededor de la plaza Catalunya, que se instaló a partir de las 22.30 horas, tenía siete puntos de acceso y 20 empleados de los servicios municipales. Un total de 89 operarios del servicio de limpieza y 32 vehículos limpiadores trabajaron durante toda la noche para dejar limpia la zona antes de amanecer.
