SANT BOI DE LLOBREGAT (BARCELONA), 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de amigos y familiares de Raquel Pérez, la azafata catalana que murió en el accidente del avión de Spanair del miércoles en el aeropuerto de Madrid-Barajas, se reunieron hoy en la Iglesia de Sant Baldiri de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) para dar el último adiós a la joven.
Entre los asistentes al sepelio, además de los familiares, todos visiblemente afectados, destacaba la presencia del presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, y del ex jugador 'Txiki' Begiristain, que en estos momentos difíciles quisieron acompañar a Juan Carlos Pérez Rojo, padre de la fallecida y jugador del Barça en los años 80.
Por su parte, el portavoz y amigo de la familia, Jordi Casals, explicó que ayer él y el padre de Raquel pudieron ver el cadáver de la azafata y quedaron sorprendidos al ver que "no tenía ninguna quemadura", solo "un fuerte golpe en la barbilla" y algunos "moratones".
El estado de Raquel, dentro del dolor, tranquilizó a los suyos, quienes están convencidos que sufrió menos que la mayoría de los que viajaban con ella. "La prueba está en que en pocas horas la pudieron reconocer y traerla aquí, mientras aún hay cuerpos sin identificar", explicó Casals.
Finalmente, señaló que la familia está pasando por un momento "muy difícil" y ninguno de ellos "ve la televisión ni lee periódicos". "Hay que dejar pasar el tiempo para que todo vuelva a la normalidad", concluyó.
La familia recibió ayer la visita del vicepresidente del Govern y presidente en funciones, Josep-Lluís Carod-Rovira, quien les transmitió su solidaridad y pésame en nombre de todos los catalanes.
