El acusado de quemar el piso de su ex compañera en Jaén alega que estaba "ciego perdido"

Actualizado: martes, 3 junio 2008 19:39

JAÉN, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

El hombre de 64 años de edad acusado de quemar una parte del piso de su ex compañera echando gasolina en una persiana alegó que hoy que estaba "ciego perdido" y que "no sabía lo que hacía".

En el juicio, que se celebró hoy en la Audiencia Provincial de Jaén, el procesado explicó estaba enamorado de la mujer y que, aunque ella le había echado de su vida, él se pasaba a verla por la tienda en la que trabajaba y le hacía regalos.

Sobre los hechos enjuiciados, José Manuel M.M. detalló que el pasado 27 de septiembre se pasó por la tienda para saludar a la mujer "desde la puerta" y preguntarle que cómo estaba, pero que ella reaccionó llamando a la Policía Local, una acción que él consideró que hizo porque le "odiaba".

Acto seguido, reconoció que acudió después a la casa de la mujer, pero negó haber usado algún objeto para ejercer palanca y abrir por la fuerza la puerta. Además, también admitió que volvió más tarde al domicilio porque "estaba ciego perdido por ella" y quería verla y saludarla, si bien no lo consiguió.

Fue poco después cuando regresó nuevamente a la casa con un recipiente lleno de gasolina con el roció la acera y una ventana. "No pensaba lo que hacía y quemé la gasolina en la acera", aseguró, tras insistir en que ese día estaba "loco, borracho perdido y sin ton ni son". Asimismo, subrayó que antes de prender fuego estuvo llamando a la puerta y nadie la abrió, por lo que creyó que la casa estaba vacía, según manifestó.

Los hechos se desarrollaron el 27 de septiembre del pasado año cuando, según el escrito de acusación del fiscal, José Manuel M.M. acudió al puesto de trabajo en Pozo Alcón (Jaén) de la víctima, con la que convivió durante once años, y la molestó del mismo modo que ha hecho "muchas otras veces desde que cesó su relación", si bien ella "no se atreve a decirle que se marche por miedo a represalias".

Horas después y ya entrados en la noche de ese mismo día, el procesado fue a la casa de la mujer y llamó a la puerta sin conseguir que le abriera la puerta, por lo que cogió un objeto e intentó hacer palanca para abrirla, aunque lo único que logró fue causar daños tasados en menos de 400 euros. Estos hechos motivaron la incoación de diligencias urgentes que derivaron en un acto alejamiento que le fue notificado ese mismo día.

Transcurridos dos días el acusado volvió a la casa de la víctima y, tras llamar sin éxito a la puerta, cogió un bote de gasolina y lo usó para rociar una ventana exterior de la casa, le prendió fuego y se fue con su vehículo. El fuego provocó unos daños tasados en 1.056 euros y localizados en la parte de fuera del domicilio, gracias a que la mujer pudo sofocar las llamas antes de que se propagasen por el interior pues los cristales de las ventanas "se rompieron con el calor producido por el fuego", siempre según el relato articulado por el ministerio público.

Para el fiscal todos estos hechos son constitutivos de una falta de injurias leves, un delito continuado de coacciones, una falta de daños, un delito de quebrantamiento de condena y otro más de años por los que reclama que sea condenado a cuatro años de prisión y 18 días de localización permanente. Además, determina que indemnice a la mujer en la cantidad de 1.056 euros.