BARCELONA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los Bomberos de la Generalitat de Cataluña suspendieron a primera hora de la tarde la búsqueda del último de los cuatro vehículos que anoche se hundieron frente a la costa de Calella (Barcelona) tras un fuerte aguacero que arrastró multitud de vehículos hasta la playa.
En Calella, la localidad más castigada por las imprevistas lluvias, cayeron 37 litros por metro cuadrado y el Ayuntamiento se ha visto obligado a retirar un total de 34 vehículos, entre los que quedaron colgados en la riera y los que fueron a parar al mar, además del que queda por localizar.
Según informaron los Bomberos de la Generalitat, todos los vehículos hundidos fueron localizados esta mañana desde el aire con la ayuda de un helicóptero de la Conselleria de Interior y, tras comprobar que no había nadie en su interior, reflotados y arrastrados hasta la orilla por medio de un cable.
El mal estado de la mal y la turbulencia del agua impidió a los submarinistas localizar el cuarto vehículo y es probable que los trabajos no se retomen hasta el lunes. Se sabe a ciencia cierta que el interior del vehículo está vacío porque el propietario ha denunciado su desaparición.
Por su parte, los efectivos de Bomberos, Guardia Civil, Cruz Roja y Salvamento Marítimo que trabajaron en la zona no localizaron a ninguna víctima de la riada y Mossos d'Esquadra confirma que no hay denuncias de desaparición en la comarca del Maresme, la más castigada por el chaparrón de esta noche.
EL ALCALDE DE CALELLA DENUNCIA QUE EL AVISO LLEGÓ "10 MINUTOS ANTES".
Por su parte, el alcalde de Calella, Josep Basart, denunció hoy que la alerta meteorológica sobre fuertes lluvias "llegó al Ayuntamiento diez minutos antes de que empezara a llover de manera torrencial, un tiempo totalmente insuficiente para activar el dispositivo de emergencia".
En declaraciones a Europa Press, Basart lamentó la falta de tiempo, ya que el dispositivo "permite avisar a los ciudadanos de que se acerca una tormenta y de que es recomendable sacar los coches para que estos no sufran daños".
La riera Capaspre, la que se inundó anoche, es de las pocas del Maresme que no entró en el plan de cubrimiento de las rieras de esta zona que la Agencia Catalana del Agua inició en 1992, ya que se consideró que no era peligrosa porque no pasaba por el centro de la ciudad.
Precisamente en el pleno municipal del mes de julio, el Ayuntamiento de Calella aprobó el proyecto de cubrimiento de esta riera y ahora el consistorio está trabajando para conseguir subvenciones para que el proyecto sea una realidad y la vía se pueda convertir en un futuro próximo en la nueva avenida de entrada a la ciudad.
