Las cámaras de seguridad del albergue de Sevilla frente al cual tirotearon al conductor estaban averiadas

Actualizado: lunes, 9 enero 2006 19:49

SEVILLA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las cámaras de seguridad pertenecientes al albergue juvenil de Sevilla, situado en la calle Isaac Peral, estaban averiadas en el momento en que, sobre las 14.00 horas de ayer, el celador Gaspar G., de 64 años, fue tiroteado frente a las instalaciones por atropellar con su vehículo a una niña de siete años.

Fuentes policiales informaron a Europa Press de que las cámaras no funcionaron, "lo que, lamentablemente, elimina toda vía de investigación basada en las imágenes". No obstante, las fuentes indicaron haber tomado ya declaración a varios testigos presenciales, "cuya línea argumental, en líneas generales, coincide bastante con los datos que ya conocemos".

La menor recibió el alta médica a las 15.00 horas de hoy tras haber sido ingresada en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y habérsele realizado varias pruebas diagnósticas que descartaron cualquier tipo de lesión de caracter interno, resultando únicamente lesionada de contusiones y erosiones leves.

Los hechos sucedieron en torno a las 14.00 horas de ayer, cuando el fallecido conducía su vehículo por la calle Isaac Peral. A la altura del albergue, el fallecido atropelló por accidente a la niña, que salía de entre unos contenedores. Cuando varios familiares de la víctima, de etnia gitana, se percataron de lo que había sucedido, se acercaron hasta el vehículo, y uno de ellos --supuestamente el padre de la menor-- disparó contra el conductor, sin darle tiempo a salir del vehículo y causándole la muerte en el acto.

La Policía Nacional se ocupa de las investigaciones tendentes a averiguar el paradero del autor principal de los hechos --él y sus familiares residen en el asentamiento chabolista del Vacie--, tras detener a cuatro personas que participaron en el suceso, tres de los cuales ya fueron puestos en libertad en la noche de ayer tras tomársele declaración. No se descarta que los disparos fueran realizados por más de una persona, dado que en el lugar de los hechos se encontraron hasta once casquillos pertenecientes a un modelo de pistola que sólo admite seis balas en el cargador.