BARCELONA, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Clientes y vecinos calificaron hoy de "buena gente" a la madre y el hijo propietarios del bar del número 338 de la calle Provença de Barcelona, asesinados anoche de forma violenta, y apuntaron al robo como móvil ya que era una familia "muy tranquila" y no era un local conflictivo.
El Área Territorial de Investigación de la Región Metropolitana Barcelona se ha hecho cargo del caso y tienen "abiertas todas las hipótesis", según explicó a los medios el inspector Ramón Grasa. La policía científica se encuentra recabando pruebas en el bar Joan y el local se haya tapado con un gran biombo.
La portera de una finca cercana explicó a Europa Press que fue la hija de la anciana la que avisó a la ambulancia al ir al bar extrañada de que no hubiera cerrado. Dijo que la hija se encontró a su madre y hermano en un "charco de sangre" y que la máquina tragaperras estaba reventada.
Explicó que la hija fue hacia las 22.30 horas al bar y que salió gritando: "Esto no puede ser". Dijo que la persiana estaba medio cerrada y que la mujer pidió ayuda al "encontrarse el panorama".
Un trabajador de las obras que se realizan justo al lado del bar afirmó que la policía les han hecho parar porque "están buscando un arma blanca" y que si la encuentran "no la toquen". Dijo que los vecinos aseguran que los propietarios del bar son "buenas personas".
Uno de los encargados de suministrar fruta al bar aseguró que eran "buena gente" y "no se metían con nadie" y apuntó al robo como hipótesis. "Supongo que será para robarles", añadió.
Una clienta explicó que acostumbraba a venir a tomar café y comer bocadillos al bar, y calificó a los propietarios de "buenísima gente". Señaló que trabajaban los dos hermanas, y que hasta hace un año también lo hacía la madre.
Otra clienta asidua aseguró que el bar era de los de "toda la vida", "no era conflictivo" y que la madre era una persona "encantadora". "No lo entiendo", añadió.
El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) recibió el aviso de un particular sobre las 23.05 horas y desplazó a equipos médicos, que solo pudieron certificar la muerte de las dos personas en el local situado en la calle Provença.
Las víctimas son J.F.C., de 55 años, y M.C.S., de 85, ambas con contusiones y fracturas craneales.
