MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Guardia Civil destinados en la Comunidad de Madrid se incautaron ayer de un total de 214 plantas de cannabis y 41 kilos de marihuana lista para su consumo en tres intervenciones que tuvieron lugar en las localidades de Chinchón y Belvís del Jarama y que se saldaron con cuatro detenidos en la noche de ayer.
La primera de las intervenciones fue llevada a cabo por efectivos de la Benemérita destacados en Chinchón, que a primera hora de la noche interrogaron a un hombre que transportaba varios recipientes de agua. Al ser preguntado por la finalidad de dichos recipientes, el hombre, un ciudadano de origen francés identificado con las siglas A.P.S, les condujo hasta la plantación de cannabis que poseía en su domicilio, con la excusa de que pertenecía a una asociación favorable a la legalización de la marihuana y en ella le habían afirmado que el cultivo era legal.
Al verificar la gran magnitud de la plantación, los agentes de la Guardia Civil le arrestaron y procedieron al registro de la finca, previa petición judicial. El registro se saldó con la incautación, por parte del Instituto Armado, de toda la plantación, que tenía una extensión de 214 pies, además de tres kilos de marihuana, 2.000 euros en efectivo y abundante material necesario para el crecimiento adecuado de las plantas.
Las otras dos intervenciones se realizaron en la localidad de Belvís del Jarama, después de que agentes de la Guardia Civil destinados en el Puesto de Daganzo de Arriba localizaran dos plantaciones de marihuana en sendos patios de viviendas.
En el primer caso, la propietaria de la casa donde se hallaba la plantación indicó a los agentes que el dueño de la misma era la pareja de una de sus hijas. El sospechoso, un madrileño de 38 años identificado con las siglas V.A.M., fue arrestado ayer cuando acudió a las dependencias de la Benemérita para comparecer por estos hechos. Además, los efectivos del Instituto Armado se incautaron de 29 kilogramos de marihuana, que el detenido tenía bajo su cuidado.
La segunda de las plantaciones de Belvís fue desmantelada durante la noche, tras entrevistarse los agentes con la propietaria de la casa donde se encontraban las plantas de cannabis, que les explicó que la plantación era propiedad de sus dos hijos, J.M.R y S.M.R., de 29 y 27 años respectivamente. La Guardia Civil procedió a su arresto y a la incautación de nueve kilogramos de marihuana.
