VALENCIA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional adscritos a la Comisaría Provincial de Alicante han desarticulado un grupo de presuntos narcotraficantes, compuesto por nueve ciudadanos de entre 27 y 44 años, que actuaban en Alicante y provincias limítrofes, y que tenían su base de operaciones en la población alicantina de Torrellano, informó la Policía en un comunicado.
Asimismo, los policías intervinieron 1.633,2 gramos de cocaína, 1.092 gramos de hachís, 350 gramos de marihuana, 16.327 gramos de sustancia adulterante, cuatro litros de acetona y 26.745 euros en efectivo.
También se incautaron de diversos efectos de laboratorio para la manipulación y corte de la sustancia estupefaciente, material electrónico, defensas policiales, dos rifles de aire comprimido, una carabina, un subfusil simulado, un arma corta simulada y diversa munición y material reflectante con el anagrama de la Guardia Civil, así como una motocicleta y un vehículo todoterreno de gama alta.
Entre los integrantes del grupo había cuatro personas nacidas en Alicante, de 31, 37, 44 y 54 años; dos en el municipio alicantino de Elx de 27 y 28 años; una en Torre Garcela (Granada) de 30 años; un ciudadano de 47 años nacido en Melilla; y otro de 42 de Lugo.
El grupo estaba "perfectamente estructurado, con una jerarquía claramente establecida", explicaron las mismas fuentes, quienes señalaron que sus integrantes mantenían una "intensa" actividad en la distribución y venta de cocaína. En este sentido, destacaron que se trataba de un grupo "altamente profesionalizado que adoptaba fuertes medidas de seguridad que dificultaban enormemente las pesquisas policiales".
Los agentes, en la primera parte de la investigación, identificaron a los integrantes del grupo y conocieron la estructura piramidal de la misma, en la que existía un reparto de papeles y cometidos "perfectamente definido". Así, el responsable daba las órdenes respecto a la forma de actuar, contactar, establecer medidas de seguridad y exigir a los clientes morosos el pago de forma contundente.
Por otro lado, existían transportistas, distribuidores y manipuladores de la cocaína. También operaban redistribuidores que se encargaban de poner la droga en circulación y avisar de cualquier incidencia que se produjera en el exterior del recinto en donde trabajaban, manifestaron.
El identificado como el jefe del grupo ofrecía alojamiento a los diversos detenidos en las dos casas que poseía dentro de una finca de grandes dimensiones, que fue asaltada el 17 de febrero de 2006 por un grupo de atracadores marselleses que, ante las sospechas de que pudiera haber dinero en su interior, planearon un golpe sobre la misma.
Este asalto se saldó con un atracador marsellés muerto y con la detención de todos los delincuentes, así como la intervención de numerosas armas cortas, dos subfusiles, y recuperados chalecos de la Guardia Civil que llevaban los detenidos.
