Granados se reunirá hoy con la delegada del Gobierno para tomar medidas ante los graves incidentes

Actualizado: martes, 8 septiembre 2009 10:02


POZUELO DE ALARCÓN, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, se reunirá hoy con la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, para tomar medidas ante los graves incidentes registrados la madrugada del domingo entre jóvenes y agentes antidisturbios que se saldaron con veinte detenidos y diez agentes heridos.

Por ahora, los trece adultos detenidos por la Policía Nacional en el transcurso de los altercados se encuentran desde ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Pozuelo. Los siete menores están en manos de la Fiscalía de Menores.

Ayer, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, solicitó a la delegada del Gobierno en Madrid una reunión con carácter "inmediato" para analizar las causas y circunstancias de los altercados y tomar medidas para evitar que estos hecho "gravísimos" vuelvan a ocurrir. Así, Granados y la delegada acordaron tratar lo ocurrido en Pozuelo durante un encuentro que se celebrará mañana.

Según la Policía, hacia las 2.15 horas de la madrugada del domingo los agentes del dispositivo especial de seguridad de Pozuelo, integrado por Policía Municipal y Policía Nacional tanto de la comisaría del municipio como de la Unidad de Intervención Policial (UIP), recibieron un aviso para la calle Camino de las Huertas.

Allí, un joven que había sido agredido con una botella y presentaba heridas en la cabeza solicitó ayuda médica. Los sanitarios lo trasladaron al Hospital Puerta de Hierro y los agentes se quedaron patrullando por la zona.

Hacia las 3 horas, cuando los 'botellones' debían dispersarse, un grupo de chavales comenzó a tirar piedras y botellas contra los agentes y contra el vehículo policial de la UIP. A partir de ahí, según las fuentes, "todo el mundo empezó a desmadrarse, muchos como consecuencia de encontrarse bajo la influencia del alcohol".

Durante tres horas se produjo una batalla campal en Pozuelo que obligó al retén policial a pedir incluso refuerzos a Madrid. Los avisos por megafonía y con los lanzadestellos no evitaron que los agentes tuvieran que utilizar salvas al aire y pelotas de goma para dispersar a la masa.

Sin embargo, los jóvenes continuaron durante tres horas más destrozando el mobiliario urbano --cristales de marquesinas de autobuses y señales de tráfico--, e incluso prendieron fuego a contenedores y papeleras, y a un coche policial. También dañaron dos vehículos camuflados, una furgoneta de la UIP y varios coches de la Policía Local.

Hacia las 4.30 horas, unas 200 personas llegaron incluso a intentar entrar en la Comisaría saltando el muro perimetral, aunque "gracias al dispositivo de seguridad de la comisaría y a la UIP no consiguieron hacerlo", explicaron las fuentes.