CÁDIZ, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil gaditana, en el marco de la Operación 'Bahía' llevada a cabo en la provincia de Cádiz, informó hoy de la detención de tres personas integrantes de una red dedicada al expolio arqueológico submarino que venía actuando en las costas andaluzas.
En un comunicado remitido a Europa Press, fuentes de la Guardia Civil de Cádiz informaron de que en este operativo se requisaron dos barcos, --uno de los cuales era un centro de buceo especializado en la extracción de piezas arqueológicas submarinas--, distintas piezas arqueológicas extraídas del fondo marino, así como también instrumental para realizar las inmersiones submarinas y extraer los restos arqueológicos.
Las investigaciones se iniciaron a raíz de las sospechas que despertó a la Guardia Civil un barco de nombre 'Louisa', atracado en el muelle comercial de El Puerto de Santa María, "que podría estar preparándose para realizar inmersiones submarinas especializadas en búsqueda de tesoros", según comentaron fuentes de la Benemérita.
Seguidamente, la Guardia Civil detectó un segundo barco atracado en dique seco en Puerto Sherry, preparado con dos toberas adosadas a la parte trasera del casco para remover la arena del fondo marino y sacar las piezas arqueológicas.
Tras la localización de esta segunda embarcación, efectivos de la Guardia Civil, --que han estado desde el inicio de esta investigación trabajando de forma coordinada y conjunta con el Centro Andaluz de Arqueología Subacuática ubicado en Cádiz--, estuvieron apoyados por una arqueóloga del mismo en la realización de un fondeo del buque 'Louisa', hallando en su interior abundante documentación, cartas marinas, apuntes de yacimientos arqueológicos submarinos y referencias de inmersiones, entre otros efectos, que están siendo analizados.
Asimismo, el Instituto Armado localizó un importante número de balas de cañón datadas en varias épocas, restos de cerámica y anclas de piedra escondidas en una de las bodegas del barco.
Estos restos arqueológicos aunque aún están a disposición de la Autoridad Judicial, cuando ésta determine serán depositados en los talleres del Centro Andaluz de Arqueología Subacuática, ubicado en Cádiz, para su estudio, estabilización y posteriormente se depositarán en el Museo Provincial.
Por otro lado, en la bodega principal de 'Louisa', la Guardia Civil encontró un taller de buceo con equipamiento de última generación preparado para dar cobertura a las extracciones de restos arqueológicos submarinos.
Igualmente, se intervenieron cinco rifles de asalto M-16 americanos, una escopeta semiautomática y abundante cartuchería.
Respecto a los planos marinos encontrados, algunos de ellos destacan por la precisión de las anotaciones que tenían. En éstos había anotaciones específicas de las características del suelo marino, información obtenida con medios electrónicos a modo de sónar.
UTILIZABAN DOCUMENTOS ANTIGUOS
La precisión de la documentación encontrada por la Guardia Civil hace pensar a ésta que los detenidos estaban utilizando documentos antiguos como método de apoyo para la búsqueda de restos de barcos o galeones históricos en las costas de Andalucía.
Algunas de estas localizaciones, según señaló la Benemérita "las podrían estar haciendo a través de cartografía del Archivo de Indias o de otros centros históricos aún por determinar".
Para ello, "hacían transcripciones del castellano antiguo al actual para poder comprender e interpretar la ubicación exacta de los tesoros marinos, actualizando los apuntes históricos y los mapas en función de las inmersiones que iban haciendo".
METODOS INUSUALES
La Guardia Civil de Cádiz destacó que el numeroso instrumental de submarinismo encontrado en 'Louisa', así como la gran calidad técnica que tiene, les hace pensar en la "fuerte inversión" hecha en este proyecto clandestino.
En el interior del barco, los agentes encontraron una cámara de descompresión, por lo que se deduce, según fuentes de la Guardia Civil, "que hacían inmersiones a cotas muy bajas y tenían este equipo para garantizar la seguridad de los buceadores".
Asimismo, se incautaron de una botella de oxígeno, que utilizan los buceadores profesionales, con un dispositivo de doble fondo para introducir los restos arqueológicos y subir al barco sin levantar sospechas.
También disponían de un robot marino de alta tecnología para inspeccionar zonas concretas en el fondo del mar, material que ha quedado precintado en unión de las dos embarcaciones.
MATERIAL INTERVENIDO
Los bienes arqueológicos procedentes de expolio han sido 27 bolas de cañón del siglo XVII, tres anclas romanas de piedra del siglo II A.C., un cuello de ánfora fenicia de 68 centímetros de diámetro, una bolsa con balas de metralla de las utilizadas en la batalla de Trafalgar y un trozo de madera antigua.
Asimismo, entre los instrumentos y efectos utilizados para el expolio se encuentran un ROV --robot empleado para la localización de pecio en el fondo marino-- valorado en 600.000 euros aproximadamente, ocho detectores de metales subacuáticos, dos sondas para escanear el fondo marino, 30 metros de manguera succionadora conocida como "chuponas", dos toberas para ponerlas sobre las hélices y mover las capas de fondo marino, cuatro GPS, cinco ordenadores portátiles y tres discos duros extraíbles, una cámara hiperbárica, dos motores compresores, 65 botellas de oxígeno y varias boyas de manufacturación casera para la delimitación de zonas de expolio.
La documentación requisada se compone de gran cantidad de cartas náuticas relativas a la localización de pecios, donde se encuentran señalados los que posiblemente han expoliado; gráficos sobre la exploración del fondo marino; fotocopias de carpetas de documentación obrante en el Archivo de indias y documentación sobre yacimientos arqueológicos subacuáticos.
Finalmente, la Guardia Civil descubrió que los detenidos utilizaban botellas de buceo con un corte en la parte inferior para la ocultación en su interior de material procedente de expolio.
