Incendio.- Comienza la regeneración natural del bosque de Guadalajara un año después del incendio

Actualizado: domingo, 16 julio 2006 15:37

La Fundación Apadrina un Arbol ayudará a conservar el terreno y creará un centro de investigación y ocio

MAZARETE (GUADALAJARA), 16 Jul. (Del enviado especial de Europa Press, Salvador Alcaide) -

Un año después del incendio que arrasó más de 13.000 hectáreas en la provincia de Guadalajara, los primeros brotes de pino y roble evidencian la regeneración natural de la mayor parte de las especies vegetales de la zona, que será posible gracias a las buenas condiciones del terreno afectado según informaron a Europa Press los técnicos y agentes medioambientales de la Junta de Castilla-La Mancha que están trabajando en la zona.

A pesar del color calcinado que permanece aún en el terreno y la presencia de los primeros herbáceos (arbustos), que dan "otro color" al paisaje, el ingeniero técnico de la delegación provincial de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Alfredo Chavarría, indicó que se pueden ya apreciar los primeros brotes de vegetación que superan incluso los 10 centímetros de altitud en el caso de los pinos. Además, "la especial resistencia" de estas especies les permite seguir creciendo a pesar del trabajo de restauración que se está llevando a cabo.

La aparición de estos primeros brotes se debe sobre todo a que el suelo está por lo general en muy buen estado, lo que posibilita que las semillas de pino y roble que quedaron esparcidas por las más de 13.000 hectáreas arrasadas hayan dado lugar a los primeros brotes de estas especies, según Chavarría.

La aparición de esta nueva vegetación se debe también a la "rápida regeneración" del 'Pinus pinaster', uno de los árboles que más predomina en la zona, según comentó. Además, añadió que el momento del año vegetativo en que se produjo el incendio también ha sido importante, ya que los frutos estaban ya casi maduros en verano, lo que permitió su posterior crecimiento al caer al suelo tras sofocarse el incendio y quedar enterrados en la superficie.

No obstante, para hacer un diagnóstico más fiable, los técnicos recomendaron esperar a los dos primeros años vegetativos tras el incendio para proceder a una evaluación del terreno y a la selección de brotes, junto a las posibles interferencias que pueden suponer las condiciones climáticas, según explicó José Ángel Jambrina, agente medioambiental de la Junta de Castilla-La Mancha.

Los técnicos que trabajan en la zona afectada también destacaron la buena evolución que está teniendo las laborales de restauración llevadas a cabo por más de 300 personas, pertenecientes a las 18 empresas adjudicatarias para llevar a cabo estas labores en la zona. Dicho trabajo incluye el apeo, desembarque y puesta en cargadero de los restos de árboles arrasados para el incendio, cuya finalización está prevista para mediados de 2007. El trabajo de restauración se complementa con la creación de fajines y albarradas, para contener la erosión del terreno a través de madera que no tiene aprovechamiento comercial.

En este sentido, Chavarría comentó que el esfuerzo y el despliegue de medios y personal ha ido incrementando con el tiempo, sobre todo desde marzo. A pesar del "golpe anímico" que supuso el incendio, el rápido crecimiento de la naturaleza es lo que les da fuerzas en su trabajo diario de acondicionamiento de la zona.

UN CENTRO DE OCIO PARA RECUPERAR LA ZONA

Dentro de las labores de recuperación de la zona, la Fundación Apadrina un Árbol contribuirá a desarrollar parte del área quemada por el incendio mediante diversas iniciativas en la finca Dehesa Común de Solanillos perteneciente a la Diputación Provincial de Guadalajara.

A pesar de la regeneración natural prevista por los técnicos, la fundación estimó que el proceso de recuperación total del bosque será de aproximadamente 50 años. Por ello, su proyecto ofrece a cada padrino colaborar mediante la adquisición de una porción de terreno de 20 metros cuadrados por una cantidad de 50 euros, que la fundación se compromete a aportar el mantenimiento necesario para que la evolución de los nuevos pinos naturales o replantados, en caso de que no sea posible la regeneración natural, se produzca sin problemas.

El terreno utilizado comprende 2.886 hectáreas, y aunque la labor que llevarán a cabo los trabajadores de la fundación estará supeditada a los efectos meteorológicos de los próximos años, el secretario de Apadrina un Árbol, José Martínez, afirmó que el proceso de repoblación del terreno podría "acelerarse incluso entre 5 y 10 años".

Junto a esta labor de conservación del terreno, a través de la cual la fundación ofreció un millón de árboles, el proyecto de recuperación del bosque se complementa con un centro de investigación y ocio para "favorecer y dinamizar la recuperación socioeconómica" de la zona.

Para ello, se utilizarán las instalaciones de un antiguo Hospicio que será restaurado, e incluirán una serie de pabellones dedicados a exposiciones y talleres de investigación. Con un presupuesto total de 6 millones de euros, las obres tienen previsto comenzar a finales de agosto, y según manifestó el presidente de la fundación, Félix Abánades, esperan que para el 2007 ya estén en marcha algunas de las instalaciones.

Otras de las actividades que incluye el centro de ocio de Apadrina un Árbol son la creación de un vivero forestal, un centro de fauna con especies autóctonas de la zona, y una granja escuela que sirva como centro lúdico y educativo de especial interés para los niños.

La fundación destacó que todos los ayuntamientos y organismos públicos de la zona se muestran satisfechos con el proyecto presentado. Al mismo, tiempo, el director de Apadrina un Árbol, Mario Calvo, señaló que también contaron con el apoyo de los familiares de las víctimas, a pesar de que estos no quisieron tener ningún protagonismo ni participar en ninguna de las propuestas que recibieron. Entre otras, la fundación propuso que los pabellones llevaran el nombre de algunos de los fallecidos.