Jefatura de Policía aclara que la Operación Rosales es independiente de otra trama desarticulada en octubre en Valencia

Actualizado: miércoles, 25 junio 2008 23:23

MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Jefatura Superior de la Policía de Madrid aclaró que la investigación de la conocida como Operación Rosales, que ha desacrticulado hoy una trama de tráfico de drogas e inmigración clandestina en el aeropuerto de Barajas, es independiente de otra resuelta en el mes de abril en Valencia.

Dichas fuentes aseguraron a Europa Press que la investigación valenciana surgió a raíz de las averiguaciones efectuadas y clarificadas hoy en la comisaria de Torrejón, pero es diferente, "ya que las acusaciones en Valencia se dieron por falsificación de documentos e inmigración, mientras que la madrileña está relacionada con el tráfico de drogas.

Asimismo, indicaron que los detenidos en la capital levantina pasaron a disposición judicial en abril y que la Jefatura Superior de la Policía de Valencia ya informó en aquel momento de esas detenciones, "y entre ellas no había ningún trabajador en la Delegación del Gobierno de Valencia".

UN SUBINSPECTOR ENTRE LOS DETENIDOS

La operación Rosales, hecha publica hoy, ha destapado la implicación de un subinspector de Policía destinado a la comisaría de Torrejón de Ardoz y relacionado con una trama de tráfico de drogas e inmigración clandestina en el aeropuerto de Barajas, en la que colaboraban trabajadores del propio aeródromo, informó Jefatura Superior de Policía Nacional.

En total, han sido detenidas 38 personas por diferentes delitos, así como otras 9 por estancia irregular en el país. Todas ellas son de nacionalidad colombiana o de origen colombiano, aunque nacionalizados, a excepción del agente de policía.

El Juez encargado de la Instrucción ha decretado el ingreso en prisión preventiva de 26 de ellos; el resto, ha quedado en libertad con cargos y medidas cautelares para asegurar su presencia en futuras actuaciones judiciales.

El agente, junto con su mujer, regentaba dos bares de copas en Torrejón, donde se vendían los estupefacientes recuperados en Barajas y se blanqueaban los beneficios de la organización.

Tutelada la investigación por un juzgado de la localidad de Torrejón, se iniciaron las pesquisas, intervenciones y vigilancias que permitieran conocer las actividades e identidades de los sospechosos. Se confirmó así la existencia de un grupo organizado, dedicado principalmente al tráfico de estupefacientes; pero, también a otras actividades complementarias, como el blanqueo de capitales, la falsificación y la inmigración clandestina, a través de matrimonios blancos y falsedades.

El liderazgo del grupo recae sobre Diego León C.S., que tiene dos reclamaciones judiciales en vigor; la primera, Búsqueda, Detención e Ingreso en prisión por la Audiencia Nacional por proposición para el asesinato; y la segunda, de nuevo búsqueda y detención por un juzgado de Torrejón, en relación con una agresión en la que presuntamente esgrimió un arma de fuego.

La operación policial ha sido ejecutada fundamentalmente en dos fases. En una primera, el pasado día 11, se intervino un paquete postal y una maleta, procedente de Caracas que, supuestamente, habría de embarcar hacia Ibiza; pero, que trabajadores del aeropuerto debían "distraer" para conseguir así su preciado contenido: 17.235 gramos de cocaína.

En este caso, la intervención policial culminó con el arresto de nueve personas, todos de carga y descarga en el aeropuerto, repartidores de maletas o trabajadores de empresas de paquetería.

La operación tuvo lugar a raíz de las investigaciones realizadas a una empresa de vuelos de bajo costo, donde varios trabajadores vieron la fórmula ideal para la introducción de cocaína en nuestro país. Se colaboró con policías de otros países y gracias al flujo de informaciones lograron intervenir 33 kilos de cocaína en Perú y uno en Bruselas.

El destino de esta droga era el grupo afincado en Torrejón y con los 13 arrestos finaliza el operativo y la desarticulación del grupo de narcotráfico. Entre ellos figura un agente de policía y su mujer. Y de nuevo, trabajadores del aeropuerto: supervisores de empresas de "handling", conductores de los autobuses que, desde los aviones, acercan a los clientes a la terminal, coordinadores de turno y maleteros.

De acuerdo con las investigaciones policiales, el subinspector daba cobertura a la organización y participaba de distintas formas: consultaba las bases de datos a requerimiento de los responsables y era, junto con su mujer, testaferro; para ello, regentaban dos bares de copas: "Los Rosales" y "Sabor a Caney", donde se traficaba al menudeo y se blanqueaban los beneficios de la banda.