CÁDIZ, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, no dudó hoy en catalogar el temporal que ha azotado la capital esta madrugada como "el más fuerte de los últimos 40 años", a tenor de los desperfectos causados por la intensidad y violencia de la lluvia y el viento.
Martínez repasó las principales incidencias registradas en la ciudad, recorridas por ella misma desde las 6,30 horas en compañía de los concejales de Medio Ambiente, Policía Local, Parques y Jardines, Playas y Comunicación y Vivienda, quienes pudieron comprobar el estado en que habían quedado los distintos puntos de la ciudad.
En este sentido, destacó que en los sótanos y garajes del barrio de La Laguna se han registrado inundaciones de hasta tres metros de agua, así como cortes de luz y teléfono. Un aspecto parecido presentaban los bajos del estadio Ramón de Carranza, que motivó que se pusieran en contacto con el Cádiz CF para informarles de la situación.
Por otro lado, el entorno del muelle de la ciudad también registró incidencias, ya que la calzada quedó anegada, quedando varados varios vehículos y autobuses, por lo que hubo que desviar el tráfico.
MAREA BAJA
La alcaldesa de la capital gaditana llegó incluso a 'agradecer' que el temporal se haya producido con marea baja, ya que afirmó que, de haberse producido con marea alta, "no se sabe qué podría haber ocurrido", si bien aún no se conocen de la cantidad de agua caída por metro cuadrado.
Las urgencias del Hospital Puerta del Mar también quedaron inundadas, por lo que hubo que desviar a las ambulancias que llegasen a otros centros cercanos. En la playa de La Cortadura, una torre de vigilancia cayó a la arena a consecuencia del viento, y el acceso a la ciudad desde San Fernando --conocido como "rotonda del Scalextric"-- también fue cortado al inundarse.
Ni siquiera el edificio del Ayuntamiento y las instalaciones de la Policía se salvaron. El primero quedó anegado después de que el aljibe no soportara la cantidad de agua caída, mientras que el tejado del parque móvil policial también se inundó, con peligro de derrumbe.
En total, el Consistorio contabilizó en torno a un centenar de árboles caídos e "irrecuperables" y hasta ocho grupos semafóricos se apagaron. La ciudad permanece en previsión de emergencia en estado de alerta naranja hasta esta medianoche.
