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BARCELONA, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los jóvenes del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona que había iniciado una huelga de hambre por la muerte de un compañero guineano de 21 años ha abandonado esta noche la protesta.
Según han informado a Europa Press fuentes policiales, de la cincuentena de internos que la han comenzado, un tercio del centro, solo cinco la mantienen.
La protesta se ha iniciado porque aseguran que el fallecido, muerto esta madrugada tras encontrarse mal y tener dificultades para respirar, había pedido asistencia médica por la tarde y no se la dieron, un extremo que han desmentido desde la Policía Nacional.
Según fuentes cercanas a los internos, compañeros del chico afirman que este jueves por la tarde pidió ser atendido porque no se encontraba bien, aunque los policías alegan que no le entendieron porque no había ningún traductor.
En cualquier caso, la autopsia ha confirmado que se trata de una muerte natural, con toda probabilidad por un infarto, y según asegura la Policía, en el informe médico del joven no consta haber solicitado asistencia médica el día de su muerte.
Sí aparece que el día 27 de diciembre fue atendido por el médico por una gripe, pero ningún otro requerimiento.
La noche de su muerte el guineano cenó con normalidad y se acostó en la celda donde estaba recluido junto con otros cinco compañeros, que se despertaron alertados al escuchar sus dificultades para respirar, siempre según la versión policial.
Los vigilantes le atendieron tras ser alertados por los internos y le hicieron la reanimación hasta que llegó la primera ambulancia.
Según ha indicado a Europa Press el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), recibieron el aviso a las 00.54 horas y trasladaron al lugar dos ambulancias medicalizadas, pero no pudieron remontarle.
