BARCELONA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra permitieron este mediodía la entrada de agua por parte de la asociación de vecinos del Poblenou y permitirán la entrada de comida y mantas, por parte de Cruz Roja, al medio centenar de 'okupas' de La Makabra instalados desde el mediodía de ayer en la antigua fábrica de Can Ricart del barrio barcelonés de Poblenou, según informó la Policía autonómica. Los 'okupas' reafirman que dentro del recinto permanecen 150 personas.
Después de 24 horas de 'okupación' de la nave industrial, sitiada por un cordón policial que no permite la entrada de ninguna persona, material o comida al interior de Can Ricart, los Mossos recibieron este mediodía orden de permitir la entrada de alimentos, agua y mantas.
La Asociación de Vecinos del Poblenou pidió a Cruz Roja la entrada de alimentos y mantas que, al parecer, se hará efectiva en el interior del recinto acordonado en las próximas horas, con un permiso de los Mossos d'Esquadra.
Por otro lado, las misma Asociación de Vecinos ha hecho entrega de agua este mediodía a los 'okupas' sitiados "sin ningún problema", como apuntaba a Europa Press el portavoz de dicha a asociación, Manel Andreu.
Fuentes del colectivo encerrado explicó que los agentes de los Mossos les anunciaron esta mañana que podían salir cinco personas de Can Ricart para ir a buscar avituallamientos y se les permitiría volver a entrar si previamente se identificaban mediante DNI, a lo que los 'okupas' se negaron.
"Los vecinos se están movilizando y gastándose dinero de su caja para comprarnos agua. De momento, resistimos bien, aunque la policía nos está dando un trato carcelario, cuando nosotros estamos ejerciendo nuestro derecho a manifestarnos", sentenció a Europa Press la portavoz del colectivo, Gadis Romero.
APOYO VECINAL.
El colectivo encerrado cuenta con el apoyo de una decena de vecinos del Poblenou que se han manifestado esta mañana frente a Can Ricart. Entre ellos, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, Eva Fernández, quien expresó su "solidaridad" con los jóvenes encerrados porque hace tiempo que ellos piden "que Can Ricart tenga un uso social y ciudadano".
En este sentido, Fernández destacó la importancia de que "la ciudad tenga espacios de una cultura que no sea consumista" y llamó al Ayuntamiento a "no ceder más espacios a la especulación". "Nos parece que la reivindicación de La Makabra está en línea con nuestra reivindicación", expresó.
La concentración, según se explicaba en la convocatoria, debía incluir el lanzamiento de cruasanes al interior del recinto, ya que el cordón policial impedía entrar alimentos. Una de las simpatizantes apuntaba que algunos vecinos se habían "ofrecido a pasarles comida".
La joven admitió que "la organización" se había "desmantelado" porque tenían previsto cocinar fuera para posteriormente introducir la comida en el recinto, aunque el cordón policial lo impedía hasta ahora.
