MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
La muerte del preso J.D.S.G., acaecida el pasado 21 de junio en el Centro Penitenciario El Acebuche (Almería), "es compatible con una reacción adversa al abuso de sustancias", según el informe forense preliminar citado por el Ministerio del Interior en una respuesta parlamentaria a la que tuvo acceso Europa Press.
En la misma, el departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba señala que por el momento no se tiene constancia de las causas ya que la instrucción del procedimiento judicial iniciado tras el fallecimiento aún está pendiente de los correspondientes informes de autopsia y toxicológicos.
Sin embargo, según información facilitada a Interior por el titular del juzgado que instruye el caso, el número 1 de Almería, el informe previo del forense señala que "el fallecimiento es compatible con reacción adversa al abuso de sustancias".
El centro penitenciario abrió una investigación para esclarecer las circunstancias del fallecimiento del interno, de 33 años, cuyo cuerpo sin vida era hallado por un funcionario en su celda pasadas las 07.45 del pasado día 21 de junio, durante la habitual ronda matinal para el recuento de presos.
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron entonces a Europa Press que el joven recibía tratamiento por parte del personal de la cárcel por adicción a las drogas aunque declinaron apuntar a la sobredosis como causa de la muerte a la espera del resultado definitivo de la autopsia, que se practica en el Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería y que deberá confirmar si existe presencia de tóxicos en sangre.
El fallecido, con antecedentes penales y con más de un año en el centro penitenciario provincial por condenas firmes por delitos "de tipología variada", seguía una medicación "pautada y preescrita" por los servicios médicos de la prisión pero también recibía continúas visitas por parte de familiares.
Al hilo de esto, las mismas fuentes no descartaron que, detrás del óbito, "pudiera estar la mezcla de sustancias incompatibles en su ingestión", si bien, "lejos de negar la evidencia", reconocieron que el sistema "es muy poroso", lo que "complica" el control diario de los internos después del último recuento de las 21.30 ya que "hay que respetar su derecho al descanso".
