Un nuevo detenido por la muerte de la azafata viguesa pasará a disposición judicial en Noia en las próximas horas

Actualizado: miércoles, 14 mayo 2008 13:05

El arrestado trabaja en la misma empresa que el marido de la víctima en O Porriño (Pontevedra)

VIGO, 14 May. (EUROPA PRESS) -

El empleado de una empresa de O Porriño (Pontevedra) detenido ayer por la Guardia Civil por su presunta implicación en la muerte de la azafata viguesa Elena Calzadilla, pasará a disposición del Juzgado de Instrucción Número 2 de Noia (La Coruña) en las próximas horas, previsiblemente mañana.

Según confirmaron a Europa Press fuentes de la investigación, un equipo de la Guardia Civil de A Coruña se desplazó ayer a la localidad de O Porriño para detener a Andrés L.D., por su presunta relación con el asesinato de Elena Calzadilla, cuyo cadáver apareció en su segunda vivienda, en Porto do Son (La Coruña), el 5 de diciembre de 2005.

El hombre, detenido ayer a la salida de su trabajo --en la misma empresa que el marido de la víctima--, permanece en dependencias de la Guardia Civil en La Coruña, donde estará a lo largo de toda la jornada de hoy a la espera de que pasar en las próximas horas a prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 2 de Noia, que coordina la investigación.

Andrés L.D. es la tercera persona detenida en relación con estos hechos, ya que en enero pasado la Guardia Civil también arrestó al marido de la fallecida, Ernesto M.B., y al hermano de éste, Marcos M.B., que quedaron en libertad tras declarar en el Juzgado de Noia. No obstante, las investigaciones no se han dado por cerradas y no se descarta que pueda haber nuevas detenciones.

CRIMEN.

La viguesa María Elena Calzadilla Eugui, de 40 años, apareció muerta el 5 de diciembre de 2005, con un golpe en la cabeza, en su vivienda de Porto do Son, localidad coruñesa en la que tenía su segunda residencia.

La mujer se había trasladado a esta vivienda de vacaciones para recoger ropa, ya que iba a emprender un viaje a Canarias con su marido durante ese puente de diciembre y, horas después, al ver que no volvía a casa y no contestaba al teléfono, su marido fue a buscarla.

Cuando Ernesto llegó a la casa de Porto do Son se encontró el cuerpo sin vida de Elena, con un fuerte golpe en la cabeza. Aunque en un principio se barajaba el robo como el móvil del asesinato, las investigaciones se centraron en el entorno de la víctima, y en la hipótesis de un posible crimen pasional por encargo.