CASTELLÓN, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Castellón localizó ayer a un hombre de nacionalidad rumana, que estaba cojo y sólo tenía un brazo, quien aseguró a los agentes que le habían trasladado de su país para obligarle a ejercer la mendicidad, según informaron en un comunicado fuentes policiales.
Los hechos sucedieron sobre las 12.00 horas de ayer, cuando agentes de Policía local se encontraban de servicio ordinario por la avenida Rey Don Jaime y detectaron a una persona que ejercía la mendicidad. La Policía le indicó que no podía estar allí ejerciendo la mendicidad, aunque no pudo entenderse con los agentes al no hablar español.
Los agentes solicitaron la colaboración a una ciudadana de nacionalidad rumana que transitaba por el lugar para que pudiera hacer de intérprete y que le indicase al hombre que no podía estar allí y que si necesitaba ayuda de algún tipo o que si quería comer algo, se le trasladaría a los servidos sociales municipales. El mendigo aseguró a la Policía, a través de la traductora, que lo único que quería era volver a Rumania, por lo que se le indicó que acompañase a los agentes a servicios sociales.
Al no estar empadronado en la ciudad, se indicó a la Policía que para este tipo de personas el organismo que presta el servicio es Cáritas y, al mismo tiempo, se solicitó una traductora que se personó en servicios sociales, la cual, tras traducir las palabras del hombre, señaló a los agentes que había sido trasladado de Rumania hasta España mediante engaño y que todas las mañanas lo trasladaban al centro de Castellón para ejercer la mendicidad y, al finalizar el día, todo lo recaudado se lo llevaba una persona que le vigilaba. Además, indicó que prácticamente no le daban de comer, al igual que a dos compañeros más que estaban en las mismas circunstancias que él.
Al no conocer Castellón, no pudo precisar dónde dormía y desde dónde lo trasladaban, y afirmó que la persona que lo vigilaba tenía su documentación retenida y que cuando los agentes estaban con él en el pasaje Rey Don Jaime esta persona se encontraba allí presente.
Finalmente fue trasladado por los agentes al Albergue Municipal para que le atendiesen, le diesen de comer, se lavasen y pudiese descansar, ya que su única intención era regresar a Rumania.
Anteriormente lo trasladaron a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para poner en conocimiento de dichos agentes lo que estaba ocurriendo y que pudiese prestar declaración. Hacia las 18.45 horas se acercó una mujer a una de las patrullas del centro, la cual indicó a los agentes que sobre las 14.00 horas la Policía se había llevado a su padre y que no sabía dónde se encontraba.
Ante tal circunstancia y desconociendo esta patrulla los hechos, se preguntó al jefe de servicio y los agentes fueron informados de que se había trasladado a esta persona al Alberge Municipal y que en esos momentos se encontraba en Comisaría.
Al llegar dicha mujer a la Comisaría, los agentes informaron al mendigo que su hija se estaba interesando por él y que tenía su documentación, aunque el hombre negó que la mujer fuese su hija. La Policía continúa la investigación de los hechos, según las mismas fuentes.
