Actualizado 12/06/2008 20:41

El CSIC estrena 'Finis Terrae', uno de los superordenadores más potentes de Europa


MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) estrenó hoy en Santiago de Compostela 'Finis Terrae', uno de los supercomputadores de mayor memoria compartida de Europa, con un sistema de almacenamiento jerárquico de 390.000 Gigabytes de disco duro, una arquitectura de memoria compartida de casi 20.000 Gigabytes y 2,2 millones de Gigabytes en librería robotizada de cintas.

El nuevo supercomputador, instalado en el Centro de Supercomputación de Galicia, dispone de una red de interconexión de alto rendimiento con fibra óptica de última generación capaz de enviar en un segundo 20 Gigabytes a 100 metros, lo que equivale a transmitir el contenido de 1.800 DVD en una hora.

El complejo está conectado por fibras de 85 kilómetros que cubren la distancia que separa al centro de supercomputación de la ciudad de Finisterre. Según explicó el CSIC, el material de estas fibras es "muy moldeable y de bajo peso", lo que facilita el paso de aire de refrigeración, con lo que reduce el consumo energético.

A la inauguración del superordenador asistió el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rafael Rodrigo Montero; el consejero de Innovación e Industria de la Xunta de Galicia, Fernando Blanco; el secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez; y el secretario general de Política Científica y Tecnológica, José Manuel Fernández de Labastida.

Para llevar a cabo el proyecto, CSIC realizó una inversión de casi 7 millones de euros, que aumentará durante los próximos tres años hasta los 9 millones de euros.

'Finis Terrae', que ocupa una superficie de 140 metros cuadrados y tiene un peso de 33,5 toneladas, prestará servicios de cálculo intensivo y comunicaciones a los investigadores del CSIC y a la comunidad científica en general.

En concreto, los científicos tienen previsto utilizarlo para ejecutar trabajos de cálculo de altas prestaciones, especialmente en áreas de nanotecnología, ciencias de la vida, ciencias del mar, nuevas energías y supercomputación.

Durante el periodo de prueba, el supercomputador se mostró capaz de resolver un problema con 35 millones de incógnitas. Además, los investigadores desarrollaron sistemas para comprobar la compatibilidad electromagnética en grandes superficies como barcos y aviones con el objeto de detectar interferencias entre antenas, medir la radiación en su superficie y estudiar el comportamiento de los radares.

El próximo reto de 'Finis Terrae' es resolver 'transición en fase', el cuarto problema físico más importante, según el American Institute of Physics, relacionado con las propiedades magnéticas de compuestos tras la manipulación humana. La resolución de ese problema podría tener aplicaciones en la optimización de la tecnología de baterías, memorias compactas, radares y sensores magnéticos.