MADRID, (OTR/PRESS)
Los videojuegos vuelven a demostrar una vez más su potencial no sólo como medio de entretenimiento en sí mismos, sino como herramientas de publicidad y promoción para otras producciones. 'Los cronocrímenes', el primer y laureado largometraje de Nacho Vigalondo, trasciende la gran pantalla antes de su estreno y se convierte en un elaborado juego interactivo multimedia.
'Los cronocrímenes, el juego' está diseñado en 'flash'. Para comenzar, los usuarios debe introducir su nombre y una contraseña, quedando registrados en la base de datos. Una vez hecho esto, la web toma el aspecto del blog de un personaje creado específicamente para este juego: Marta, una joven que casi sin darse cuenta se verá envuelta en una investigación que la sobrepasa.
El juego tiene memoria, con lo que una vez el usuario introduzca su nombre y contraseña, todos sus progresos quedarán automáticamente registrados. Así podrá identificarse también a los primeros jugadores que superen las pruebas semanales y obtengan los premios correspondientes.
Desde el punto de vista del usuario, el juego tiene dos zonas principales: La propia web de 'Los cronocrímenes', y la de Crystalia, la empresa ficticia en la que trabajó Marta. Ésta última, aparentemente, será una web corporativa normal, y en ella, el jugador podrá sentirse como un hacker que debe averiguar contraseñas o adentrarse en secciones secretas para obtener información confidencial. Información que le será de suma utilidad a la hora de conseguir fantásticos regalos y aproximarse al premio final: Un auténtico viaje en el tiempo.
Esta iniciativa es sumamente original en nuestro país y recuerda vivamente a otras emprendidas por las producciones televisivas estadounidenses de mayor renombre, como 'Perdidos'. Sus guionistas crearon una experiencia virtual alternativa llamada 'The Lost Experience' que tenía un planteamiento similar al de 'Los Cronocrímenes'.
