MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS)
Ladrón de guante blanco se traslada de Fox Crime a Fox Life para el estreno de la temporada final, que se emitirá los martes a las 22.00 horas, en formato de doble episodio, a partir del 6 de enero.
Se trata de una ficción protagonizada por el actor Matt Boomer (Tru Calling), en el papel de Neal Caffrey, un falsificador de obras de arte y ladrón experto, reconvertido en agente del FBI experto en arte para purgar su deuda con la sociedad.
A lo largo de las temporadas anteriores, Caffrey ha consolidado su presencia en la unidad de delitos de arte del FBI en Nueva York, mérito real de su jefe y compañero, el agente, Peter Burke (Tim Dekay, Dime que me quieres), con el que ha establecido una complicidad familiar de la que forma parte también Elizabeth (Tiffany Thiessen, Sensación de vivir), la mujer de Burke. Como en las tradicionales 'Buddy Movies' (películas de colegas), Cafrrey y Burke forman un equipo imbatible a veces no visto con buenos ojos por los mandos del FBI que recelan de sus métodos.
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En los primeros episodios de la sexta, y última entrega Peter le pedirá ayuda a Rebecca (Bridget Regan, Sexo en Nueva York: La Película) para localizar a Neal, que desapareció misteriosamente al final de la quinta temporada. El culpable de su secuestro es Jim Boothe, un antiguo socio de Neal que aspira a formar parte de un exclusivo grupo de ladrones conocido como Los Panteras Rosas. Su puerta de entrada a este selecto club es conseguir un valioso diamante, que está en manos del FBI, así que necesita que Neal lo robe para él.
Junto a los protagonistas, en esta temporada repiten de nuevo los personajes habituales de la serie. Es el caso de Mozzie (Wilie Garson, Sexo en Nueva York), inseparable cómplice del protagonista; la fiel agente Diana Barrigan (Marsha Thomason, Perdidos, Life) y el también agente Clinton Jones (Sharif Atkins, Urgencias).
Ladrón de guante blanco es una idea original de Jeff Eastin (Hawaii, Meet the Marks) quien ha sabido combinar el suspense propio de una serie de intriga con un particular sentido del humor y, sobre todo, con un toque de glamour propio de la alta comedia, al que contribuyen el carisma de su protagonista y el lucimiento de una contemporánea y bellísima ciudad de Nueva York.
