Actualizado 25/10/2008 18:26

El clásico manga 'Detective Conan' se convierte en novela de misterio

MADRID,(OTR/PRESS)

Los caminos de la televisión son inescrutables y nunca se sabe hacia donde extenderá sus catódicos brazos. Si 'Detective Conan' tuviera que ser comparado con una serie contemporánea, podría ser con 'Hermanos y detectives', ya que un niño imberbe se dedica a resolver crímenes. Ahora, el clásico manga japonés que después dio el salto al anime se convierte en una serie de novelas de misterio dirigidas al público juvenil.

Shinichi Kudo es un estudiante de 17 años que siente pasión por el trabajo de detective, al que se dedica "extraoficialmente" con el apoyo de la policía, ganándose la admiración del público y el apodo de "el Sherlock Holmes de los años 90". Hasta el día que uno de sus casos se complica y unos misteriosos Hombres de Negro le obligan a tragar un preparado experimental. Le dan por muerto, pero en realidad ese veneno provoca que su cuerpo rejuvenezca a la edad de 6 años.

Con el seudónimo de Conan Edogawa (mezcla del nombre de sus autores favoritos de novela policíaca, Arthur Conan Doyle y Rampo Edogawa), Shinichi se oculta de sus agresores pero no renuncia a su actividad de detective, ingeniándoselas como puede (ya que nadie hace mucho caso a un niño) para resolver los casos de Kogoru, el inútil detective que es el padre de la novia en ciernes de Shinichi/Conan, Ran. Sólo el Profesor Agase, que le facilita toda clase de artefactos para sus investigaciones, y unos pocos amigos (entre los que no se encuentra Ran, ya que Conan no quiere ponerla en peligro) conocen su secreto.

La dinámica de los libros gira alrededor de los diferentes casos "en la más pura tradición de Agatha Christie", aseguró la editorial Genko Books, que ha de resolver el "pequeño" Conan. El argumento común a todas las entregas es la búsqueda de los Hombre de Negro y de una manera de recuperar su verdadera forma, el romance frustrado entre Ran y Shinichi/Conan y las situaciones cómicas derivadas del "estado" del protagonista.