Actualizado 24/10/2012 23:27

Los solteros, sus candidatas y sus madres eligen destinos románticos en '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'


MADRID, 24 Oct. (OTR/PRESS) -

El 'docu-reality' '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', en Cuatro, entra en una nueva etapa este jueves. A partir de las 22.30 horas, los solteros, sus candidatas y sus madres ponen rumbo a Marbella, Benidorm, La Rioja, Asturias e Ibiza, donde tendrán lugar los encuentros románticos más decisivos del programa.

Benidorm es el destino del viaje que Isidoro, sus dos candidatas y Dolores emprenden para confirmar definitivamente quién de las dos chicas es la mujer ideal del manchego. A Isidoro le esperan los paseos más románticos, su madre cada vez se muestra más cercana a las candidatas pero, una de ellas le desvelará algo que no imaginaba.

Javier y su madre viajan a Ibiza, aunque antes de coger las maletas madre e hijo despiertan con una desagradable sorpresa, una de las dos candidatas del sevillano ha tomado una sorprendente decisión. Javi se ve obligado a actuar con rapidez porque, de lo contario, podría perder a esta chica para siempre.

Por su parte, Pedro ha decidido hacer una ruta en autocaravana hasta Marbella. Tras la primera parada en Tarifa, se encuentra tan a gusto que da rienda suelta a su romanticismo con uno de los solteros que provoca unos celos imposibles de controlar por parte del otro candidato. Entretanto, Mary mantiene varias charlas con su hijo por su futuro.

Hasta un hotel rural en Asturias llegan los mellizos Álvaro y Luis Carlos con Paqui y las tres chicas elegidas para el viaje final. Una de ellas sigue estando en el punto de mira de la madre, quien sigue aconsejando a sus hijos para imponer su criterio frente a de ellos.

Y desde un lujoso alojamiento en La Rioja, Gabi y Toñi pasan su fin de semana decisivo con las dos chicas que acompañan al joven empresario. Los celos consumen a una de las candidatas mientras Toñi tiene ya decidido quién es su favorita. La otra joven lo tendrá difícil, pues la madre de Gabi intentará desmontar lo que, para ella, son pequeñas mentiras que ha ido contando a lo largo de la convivencia.