El marqués de Valdueza, Alonso Álvarez de Toledo, es propietario de la finca Azagala en la Sierra de San Pedro extremeña donde buscan "el equilibrio" entre las especies ganaderas y cinegéticas y en la que estos días se escucha la ronca de los gamos, "más tardíos" que los ciervos, cuya berrea acaba de pasar y que marcan el inicio de la temporada de caza, una actividad, según Álvarez de Toledo, "utilísima para la conservación" del medio ambiente.