Actualizado 18/10/2010 13:51

Los desplazados se muestran cautos a la hora de volver a sus casas en Yemen


MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores de organizaciones humanitarias no creen que los desplazados por los enfrentamientos entre el Gobierno y un grupo de rebeldes del norte de Yemen comiencen una vuelta a casa a gran escala, a pesar de los llamamientos de las autoridades para que vuelvan a la región de Saada, según ha informado este lunes la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

Con el cese de los combates en febrero, se terminaron oficialmente los enfrentamientos entre el Gobierno y los rebeldes chiíes huthis. Ahmed Kohlani, el responsable del Gobierno para los desplazados internos, dijo que era el momento para abandonar los campos en los que se habían guarecido, un total de diez en todo el país y seis en la región de Saada.

"La carretera está despejada y no hay nada que pueda pararles para que vuelvan a sus casas y a sus granjas", dijo Kohlani. El gobernador de Saada, Taha Hajar, ha hecho un llamamiento para que los ciudadanos rehagan sus vidas.

El director del Programa Mundial de Aliemntos (PAM) en Yemen, Giancarlo Cirri, dijo que se muestran "moderadamente optimistas" respecto a que aumente el número de desplazados que vuelven a sus domicilios.

"Lo primero que quieren los desplazados es volver a casa", dijo Cirri. Sin embargo, "necesitan unas garantías de que las condiciones para vivir son aceptables, especialmente desde el punto de vista de la seguridad", añadió.

Alrededor de 300.000 yemeníes se han desplazado por los combates entre el Gobierno y los rebeldes huthis desde 2004, que demandan más autonomía para su comunidad. Qatar ha mediado en el conflicto desde el alto el fuego de febrero, pero la tregua no es estable.

OBSTÁCULOS

Los desplazados se muestran deseosos de volver a sus casas, pero albergan reservas, sobre todo en materia económica y de seguridad.

Mohamed, un hombre de 40 años de la región de Saada, abandonó su casa después de que fuera herido en un ataque aéreo. Los diez miembros de la familia le siguieron hasta la capital, Saná, donde han podido sobrevivir gracias a las agencias de ayuda humanitaria.

"Cuando me encuentre mejor, volveré, aunque estoy preocupado porque no hay estabilidad en este momento", dijo Mohammed. Su hermano Majed dijo: "Hemos oído (las declaraciones del gobernador de Saada) en las noticias, pero estamos esperando el tratamiento de mi hermano, porque allí no hay servicios médicos buenos".

Otro desplazado de Saada Mohamed Yahya dijo que las personas "volverían si la situación fuera estable, pero no pueden ir allí ahora. Sólo hay ayuda de la mezquita; nadie más puede ayudarnos".

Zifqa Taleb, una anciana que dejó Saada junto a su marido, su hija y sus nietos, tuvo que vender el oro de su hija para pagar los 400 dólares que les costaba el viaje a Saná, y no tienen nada para volver.

A pesar de los enfrentamientos que se producen periódicamente, no se preve que haya una séptima ronda de combates entre las partes. Las estimaciones de la cantidad de desplazados que ya han vuelto a sus casas van desde el 15 al 30 por ciento de las personas.

Cirri dijo que los desplazados volverían si supieran que hay ayuda humanitaria esperándoles, pero la falta de acceso impide a las agencias desplazarse hasta estas áreas. Cirri espera que si mejora la seguridad, las organizaciones puedan asentarse en la zona y prestar ayuda humanitaria.

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