QAMISHLI (SIRIA), 20 Sep. (Reuters/EP) -
Las autoridades kurdas que controlan los territorios del noreste de Siria han advertido este jueves de que no podrán mantener encarcelados de manera indefinida al grupo yihadista Estado islámico y ha reclamado a los países de origen de los milicianos que los acepten de vuelta.
Abdulkarim Omar, jefe de Relaciones Internacionales ha detallado que la Admintración kurda mantiene retenidos a cerca de 500 milicianos extranjeros y 500 de sus familiares y ha agregado que tienen 40 nacionalidades diferentes.
"Para nosotros es un gran número, porque estos miembros de Estado Islámico son peligrosos y cometieron masacres, y su presencia en detención es una oportunidad para que la comunidad internacional les juzgue", ha resaltado.
"Intentaremos a través del diálogo (...) entregarles a sus países, pero si se corta nuestra esperanza tenemos otras opciones", ha sostenido, sin especificar a qué se refiere con esas otras opciones.
Las declaraciones de Omar han tenido lugar durante una rueda de prensa en Qamishli, cerca de la frontera turca, para anunciar que Sudán ha aceptado la deportación de una mujer sudanesa que se unió al grupo yihadista.
La mujer es una de las cerca de 50 ó 60 que los países de origen han aceptado hasta la fecha, según Omar. Así, ha indicado que Rusia e Indonesia han aceptado la deportación de familiares.
"No podemos soportar solos esta carga. Este problema no es menos peligroso que Estado Islámico", ha reiterado, antes de argumentar que la presencia continuada de yihadistas extranjeros en una zona inestable supone una amenaza para la comunidad internacional debido a su posible fuga.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) --cuyo principal integrante es la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG)-- han arrebatado gran parte del noreste del país a Estado islámico en los últimos meses, incluida su capital 'de facto' en Siria, Raqqa.
