Continúa la operación para acabar con la presencia de Estado Islámico en el este de Afganistán

Dos milicianos talibán durante la tregua del Eid en Nangarhar
REUTERS / PARWIZ PARWIZ
Actualizado: lunes, 9 julio 2018 1:36

DEH BALA (AFGANISTÁN), 9 Jul. (Reuters/EP) -

Las fuerzas especiales estadounidenses y afganas están completando una operación para acabar con la presencia de combatientes de Estado Islámico en un distrito en Nangarhar, la provincia oriental en la que el grupo yihadista tiene su principal bastión en Afganistán, según han informado este sábado funcionarios.

La operación en Deh Bala, en la frontera con Pakistán, comenzó a finales de abril y se completó en su mayoría a principios de junio, pero las operaciones finales de extracción de minas aún continúan, según ha informado el teniente coronel Josh Thiel, del Primer Grupo de Fuerzas Especiales de Estados Unidos.

"Esta fue una de las principales zonas activas que hizo dos cosas. Primero, proporcionó dinero, finanzas y logística a Estado Islámico y les hemos quitado eso", ha señalado Thiel. "Además, Estado Islámico estaba utilizando el lugar para preparar y llevar a cabo ataques contra Kabul y Jalalabad", ha aseverado.

La operación, en la que han participado tres compañías de comandos afganos apoyadas por ataques aéreos estadounidenses, comenzó con tropas que llegaron en helicóptero y establecieron una base de operaciones cerca de Gargari, un pueblo donde los combatientes del grupo yihadista intentaban establecer una capital local.

A principios de junio se dieron pro finalizados varios días de combates intensos en los que murieron 167 combatientes de Estado Islámico.

La lucha contra Estado Islámico y otros grupos de milicianos, entre ellos Al Qaeda, es el núcleo de la misión antiterrorista de Estados Unidos que se lleva a cabo junto a una operación liderada por la OTAN que entrena y asesora a las fuerzas de seguridad afganas.

Con el objetivo de evitar que Afganistán se convierta en una base para futuros ataques contra Estados Unidos, se combate en gran parte contra fuerzas irregulares en remotos valles del extremo oriental del país, una zona atravesada por rutas de contrabando hacia las áreas tribales de Pakistán.

Los milicianos leales a la Provincia de Khorasan de Estado Islámico (ISKP), el afiliado local del grupo yihadista, comenzaron a aparecer en Nangarhar hace alrededor de cuatro años. Desde entonces, se considera que el movimiento utiliza una brutalidad extrema incluso para los estándares del conflicto afgano, convirtiéndose en una marca registrada de ejecuciones por decapitación o explosiones.

Los combatientes en Deh Bala, junto al distrito de Achin, donde el ejército de Estados Unidos lanzó su mayor bomba no nuclear en 2017, se estaban financiando con la tala ilegal y la extracción del talco, además de explotar a los aldeanos locales.

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