MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las investigaciones abiertas por la coalición militar que encabeza Arabia Saudí para esclarecer los posibles "crímenes de guerra" cometidos en Yemen "carecen de credibilidad y no conceden ninguna reparación a las víctimas civiles", a juicio de la ONG Human Rights Watch (HRW), que ha insistido en la necesidad de crear una comisión internacional.
Las ONG defensoras de los Derechos Humanos y la ONU han acusado a la coalición de causar víctimas civiles y de bombardear objetivos teóricamente protegidos como escuelas y hospitales durante la guerra, en la que Arabia Saudí se ha aliado con el Gobierno de Abdu Rabbu Mansur Hadi para contener a la insurgencia huthi.
Un informe analiza ahora la labor de la comisión de 'evaluación de incidentes' (JIAT) creada por la coalición saudí en 2016, con la que el bloque se comprometió a analizar los supuestos "accidentes" ocurridos en el marco de la lucha contra los rebeldes. Durante este tiempo, "ha hecho poco más que encubrir crímenes de guerra", según la directora de HRW para Oriente Próximo, Sarah Leah Whitson.
En este sentido, la organización ha recordado que solo en dos de los 75 incidentes analizados la JIAT recomendó una investigación más en profundidad o medidas disciplinarias contra sus responsables. En cambio, en la mayoría de los casos se ha exculpado a la coalición, bien porque no hubiese perpetrado el ataque o porque el incidente fuese catalogado de legítimo o de un error.
"El fracaso del órgano de investigación de la coalición a la hora de realizar análisis creíbles y de adoptar las medidas apropiadas refuerza la urgencia de que los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU renueve y refuercen la investigación por las violaciones perpetradas por todas las partes", ha pedido Leah Whitson.
HRW también ha planteado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la posibilidad de imponer sanciones contra altos mandos de la coalición que puedan ser considerados responsables últimos de los reiterados abusos y que Yemen se adhiera "urgentemente" al Tribunal Penal Internacional (TPI) para que este pueda examinar las posibles ilegalidades.
Asimismo, Leah Whitson ha recordado a los gobiernos internacionales que venden armas a Arabia Saudí --con especial alusión a Estados Unidos, Reino Unido y Francia-- que "las investigaciones fraudulentas de la coalición no les eximen de ser cómplices en las graves violaciones" que se estarían cometiendo en Yemen desde marzo de 2015.
A PESAR DE LAS PRUEBAS
HRW pone como ejemplo de las malas praxis de la comisión de investigación sus conclusiones sobre el ataque contra un pozo de agua en septiembre de 2016 que se saldó con decenas de víctimas. Oficialmente, fue catalogado como un "error no intencionado", pero la ONG vio durante una visita al lugar al menos once cráteres.
La JIAT también se limitó a reconocer que una zona residencial de la ciudad de Moja se había visto "afectada parcialmente por un bombardeo no intencionado" cometido en 2015, pese a que, según HRW, al menos 65 personas murieron o resultaron heridas.
La coalición tampoco habría cumplido su promesa de brindar asistencia a las víctimas de sus ataques. La ONG ha seguido varios de los casos en los que la JIAT recomienda esta ayuda y en ninguno de ellos las víctimas ha recibido la asistencia prometida.
"Vendí todo para poder cuidar de los heridos de mi familia", cuenta un hombre. "No hemos conseguido nada, ni juicios de los culpables ni compensaciones. No tenemos ni siquiera un saco de harina", lamenta.
HRW también advierte en su informe de que los rebeldes huthis son igualmente responsables de abusos en el marco del conflicto, entre ellos crímenes de guerra. En el caso de los rebeldes, no se han establecido siquiera protocolos de investigación para esclarecer las irregularidades y facilitar la rendición de cuentas.
