ROMA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha condenado "todo acto de violencia" en Ucrania oriental y ha rezado porque en Lesotho se "restablezca la paz en la justicia y en la fraternidad" tras el rezo del ángelus de este domingo.
Francisco ha destacado "pasos significativos" en la búsqueda de una tregua aunque ha reconocido que está al tanto de las últimas noticias "poco tranquilizadoras" que informan de que tras el segundo día de alto el fuego, Ucrania ha amanecido con nuevos enfrentamientos.
En este sentido, ha rezado para que "la lógica del encuentro y el diálogo iniciado continúe hasta dar el fruto esperado" al tiempo que ha mostrado su esperanza para que los esfuerzos "contribuyan para lograr una paz duradera". Por último, el pontífice ha unido su voz a la de los Obispos de Lesotho, que llamaron a la paz en ese país.
Por otro lado, el Papa ha bendecido a 30 voluntarios de Cruz Roja italiana que hoy parten hacia el norte de Irak y ha recordado que mañana lunes se celebra "el cumpleaños de la Virgen". Según ha dicho el Papa, "es una mamá y hay que saludarla" y ha pedido a todas las personas reunidas en la Plaza de San Pedro que rezaran un Ave María.
Durante la catequesis de este domingo, el Papa ha reflexionado sobre la "corrección fraterna" para explicar que sólo es "posible y eficaz" cuando uno se reconoce "pecador y necesitado del perdón del Señor".
Asomado a la ventana de su estudio privado, ha pedido "evitar el clamor de los chascarrillos" en las comunidades cristianas y actuar "con delicadeza, prudencia y humildad, evitando que las palabras hieran".
"También las palabras matan cuando hablo mal del otro, cuando se hace una crítica injusta, cuando se despelleja al otro con la lengua; esto es matar la fama del otro", ha clamado el Papa y ha recordado que es algo muy serio.
Así ha llamado a "liberarse de la amargura, la ira y el resentimiento" porque llevan al "insulto y a la agresión".
"Es muy feo ver salir de la boca de un cristiano un insulto. ¡Nada de insultos!", ha expresado durante el rezo del ángelus al tiempo que ha resumido las dos condiciones fundamentales para ir a misa: "reconocer que uno es un pecador y que Dios es misericordia". Por eso ha recordado que ante Dios no hay que decir "ten piedad de este o este otro que son pecadores" sino que hay reconocer los propios fallos.
